Hace unos días encontramos una harina de fuerza que no habíamos probado, fue en Lidl y se trata de una harina procedente de Castilla La Mancha, seguramente quienes compráis habitualmente en este supermercado ya la conocéis. Sólo con la primera prueba, el resultado del pan con harina de fuerza del Lidl (Haricaman) nos ha dado mejores resultados que la harina de fuerza de Mercadona, lo cual no implica que sea mejor, tenemos que hacer más pruebas con ambas, pero queremos compartirlo para ir conociendo vuestro parecer.
Para hacer este pan con harina de fuerza Haricaman utilizamos nuestra masa de pan básica de siempre, la de Richard Bertinet, igual que hicimos con la harina de fuerza de Mercadona, y hemos podido comprobar que esta tiene mayor poder de absorción de agua a pesar de que en principio, tienen las mismas características, como os comentamos, la única información sobre la fuerza de la harina que ofrecen en los paquetes es el contenido de proteínas (en este caso 12 gr.), y como sabemos, hay muchos otros parámetros en una harina que nos pueden orientar sobre el resultado que nos puede dar a la hora de elaborar pan, como la tenacidad, la elasticidad, la ceniza…
Volviendo sobre la fórmula de la masa de pan, después de haberlo hecho vimos que en el paquete se acompañaba una receta, igual que la nuestra pero con menor cantidad de agua. Ya sabéis, que nuestra fórmula para hacer pan (normalmente hacemos dos panes redondos dándole forma con banneton) es: 500 gramos de harina de fuerza, 350 gramos de agua, 10 gramos de levadura fresca y 8 o 10 gramos de sal (recordemos que debemos reducir el consumo de sal). El paquete de harina que compramos en el Lidl indica más o menos los mismos ingredientes, salvo en el agua, recomiendan añadir 325 ml. si se hace la masa a mano y 340 ml. si se amasa a máquina. Nosotros en esta ocasión hicimos la masa con Thermomix.
La masa ha levado bien, pasando por dos procesos de fermentación, y el horneado ha sido óptimo, como os comentábamos, para hacer la masa utilizamos la Thermomix, mezclando todos los ingredientes como hacemos normalmente y amasando unos 6-8 minutos para dar tiempo a que el gluten se empiece a desarrollar. La harina mostró una buena absorción de líquido, la masa se despegaba de las paredes, aunque resultaba algo pegajosa, pero no supone un exceso de agua.
Tras hacer una bola, enharinarla ligeramente y colocarla en un bol cubierta con un paño, la dejamos fermentar durante una hora a temperatura ambiente (20-23º C). En ese momento, desprendemos con cuidado la masa sobre la mesa de trabajo, la dividimos en dos cortando con la rasqueta de panadero y formamos dos bolas, creando tensión superficial, enharinamos ligeramente los bannetons y las introducimos en su interior, cubrimos y volvemos a dejar levar hasta doblar su volumen.
Horno precalentado a 250º C, pulverizamos agua en el interior, introducimos el pan (de uno en uno) y bajamos la temperatura a 200º C. Pasados 20-25 minutos volvemos a crear vapor con un poco más de agua, y horneamos 10-15 minutos más, hasta que la corteza está dorada, crujiente y suena hueco al golpearla con los nudillos en su base.
El pan tiene buen aspecto, buena corteza y miga, en general muy buen resultado, aunque el sabor es agradable, es un poco plano, pero quizá ese es el problema de acostumbrarte a elaborar pan con masa madre, con harinas integrales, etc. Volveremos a hacer pruebas, otros panes con harina de fuerza que en estos momentos se comercializa en Lidl, y ya os iremos contando, del mismo modo esperamos que nos contéis qué os parece a vosotros. Por cierto, seguro que surge la pregunta del precio, pues no llega a un euro el kilo, muy económica.