El pasado 20 de septiembre el chef Sébastien Bras del Restaurante Le Suquet en Laguiole (Francia), anunció su intención de renunciar a las estrellas Michelin debido a la presión y al estrés al que estaban sometidos por esta distinción él, su esposa y el equipo de cocina. Explicó que tenía la intención de continuar como hasta el momento con el restaurante, pero sin el peso de las estrellas. Pues bien, hoy podemos saber que otro restaurante renuncia a las estrellas Michelin, ¿se empezarán a producir en cadena una serie de renuncias de las estrellas?, probablemente no.
La familia Matheson, propietaria del Restaurante Boath House que ostenta una estrella Michelin desde el año 2009 y cuya cocina conduce el chef Charles Lockley, ha comunicado a los responsables de la guía roja su deseo de que el establecimiento sea despojado de la estrella. A diferencia de Sébastien Bras, el argumento son los problemas financieros sufridos en el restaurante supuestamente por la estrella (algo que se puede considerar inusual), parece ser que los comensales prefieren una experiencia gastronómica más informal, o dicho de otro modo, más barata.
Los propietarios argumentan que las expectativas de tener una estrella estaban en desacuerdo con los márgenes de beneficios alcanzables, de ahí que se haya tomado esta decisión. Si este anuncio se hubiera producido antes del realizado por el cocinero francés Sébastien Bras quizá no habría trascendido a los medios de comunicación, lo que nos lleva a deducir que se trata de un caso de oportunismo, sabiendo que el anuncio de un nuevo abandono de estrellas sería una noticia divulgada. Quizá sea una forma de anunciarse de forma gratuita: “seguimos aquí, pero ofreciendo una cocina más informal, quienes lo deseen podrán disfrutar de nuestra oferta a precios más asequibles”.
Probablemente este restaurante seguirá luciendo una estrella en la Guía Michelin de Gran Bretaña e Irlanda 2018, si los inspectores lo consideraron así cuando visitaron el restaurante), y la razón es que la solicitud la ha realizado tarde, puesto que es más que probable que la nueva guía haya sido editada debido a que Michelin anunciará la nueva lista de restaurantes con estrellas y la guía el próximo 2 de octubre. Si el restaurante tenía problemas financieros supuestamente por la estrella y la oferta gastronómica asociada, lo lógico habría sido abandonarla antes de que los inspectores visitasen el establecimiento, o en ese mismo momento, ¿no creéis?
La familia Matheson explica que ya ha cambiado su menú y que el restaurante adopta un estilo rústico e informal, comentan que están orgullosos de haber recibido y mantenido durante años la estrella Michelin, ya que gracias a ella ha mejorado la reputación del establecimiento, pero es algo que no ha compensado económicamente. Asegura que los comensales no quieren camareros con guantes blancos, ni mantel de lino, ni complicadas elaboraciones gastronómicas, lo que quieren es disfrutar de una buena comida local escocesa. Pues no nos parece que sea incompatible, al menos en España no hace falta que los camareros usen guantes, ni siquiera que las mesas tengan mantel…
Según leemos aquí, los responsables de la guía roja en el Reino Unido se han pronunciado, explicando que no existe ninguna fórmula absoluta para ganar y mantener una estrella. Añaden que durante los últimos años ha habido una tendencia hacia un comedor más informal y en este caso, Michelin es conocedora de la situación y ha estado a la vanguardia de este cambio reconociéndolo y celebrándolo.
¿Qué opináis vosotros?, ¿creéis que la decisión de los propietarios del restaurante escocés ha sido meditada o precipitada?