Orejones

Los orejones son una de las frutas secas o deshidratadas que toman valor en esta época, aunque hacemos uso de ellos todo el año en la elaboración de recetas, tanto dulces como saladas, son muchas las recetas de Navidad que incorporan orejones, así como dátiles, higos o ciruelas.

Para nosotros hablar de orejones es hablar de albaricoques secos, aunque también es común denominar orejones a los melocotones secos, para diferenciarlos hay que añadir el nombre de la fruta a la que corresponde.

Gracias al proceso de desecación de estas frutas podemos disfrutar del sabor de frutas veraniega aunque bastante diferentes. Los orejones proporcionan un sabor mucho más dulce, al estar deshidratados se concentra el azúcar, y una textura más dura, como la de una gominola, precisamente esto puede ayudar a que muchos niños acepten esta fruta.

Los orejones, tanto de albaricoque como de melocotón, se pueden deshidratar mediante el tradicional secado al sol o a través de procesos artificiales como el horno o los deshidratadores de alimentos.

Estas frutas secas ya se empleaban en la Edad Media, retirando aproximadamente el 80-90% del agua que contienen las frutas se conseguía que éstas se conservaran por más tiempo. No obstante, es necesario guardar los orejones y el resto de frutas desecadas en un recipiente hermético en lugar fresco y seco, así se evitará que se sequen más, que creen moho y durarán muchos meses en perfecto estado.

A la hora de comprar los orejones debemos comprobar que su color es homogéneo y no están demasiado arrugados. Aunque lo ideal sería hacerlos en casa, esperaremos a que llegue la temporada de los albaricoques para hacer un post sobre cómo hacerlos.

En Gastronomía & Cía podéis encontrar algunas recetas con orejones como el Pan de centeno con pasas, orejones y alcaravea o como acompañamiento en el Pavo a la naranja y miel. Son un ingrediente más para multitud de platos, sus valores nutritivos son importantes, sus nutrientes se concentran con la pérdida de agua, lo que también implica un mayor aporte de energía.

Los orejones son ricos en hidratos de carbono, por eso son ideales para deportistas o personas que realizan habitualmente esfuerzo físico, son una excelente fuente de provitamina A (beta caroteno), vitamina B3 o niacina y en menor proporción vitamina C. También son ricos en potasio, proporcionan calcio, fósforo, hierro y magnesio entre otros minerales, además de fibra.

Tanto para los niños como para los mayores, los orejones son un buen tentempié que tomado con moderación, proporcionarán energía y una buena dosis de vitaminas.

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