Los italianos defienden a capa y espada su tradición culinaria, además de ser muy buenos a la hora de promocionarla y ensalzarla, de hecho, la gastronomía italiana no sólo es popular en todo el mundo, sino que, además, para muchos (no italianos) es su cocina internacional favorita. La disfrutan en los restaurantes especializados y, por supuesto, la elaboran en casa, y no sólo la pasta y la pizza… No obstante, una cosa es que se disfrute de la cocina italiana y otra es que se elabore como dicen los italianos.
Hablemos de la pasta. Seguramente sabéis que las recomendaciones que se han estandarizado para cocer la pasta es que se ponga un litro de agua por cada 100 gramos de pasta, o sea, que en una familia de cuatro personas que coman esta ración de pasta, se necesita una olla de más de cuatro litros de capacidad y mucho rato para que esa agua rompa a hervir, lo que supone un gran gasto energético. Sobre esto hablamos hace un tiempo haciendo referencia a las investigaciones y reflexiones de Harold McGee, os recomendamos leer este post titulado Cuánta agua es necesaria para cocer la pasta, las conclusiones de este estudioso de la gastronomía es que es suficiente utilizar dos partes y media de agua por una de pasta, como suele hacerse con el arroz.
Otras normas de la elaboración de pasta italiana son que se guarde un poco de agua de la cocción para añadirla después a la salsa, porque ayuda a que ésta se adhiera o se integre mejor con la pasta. Y la forma de mezclar ambas elaboraciones es vertiendo la pasta en la sartén en la que se ha hecho la salsa, y no al revés. En fin, lo que comentábamos, luego cada uno en su cocina lo hace como puede o como considera mejor.
Y para sorpresa de algunos, una tendencia para cocinar pasta seca de una forma más rápida y económica (porque consume menos recursos) es utilizando un solo recipiente, cocinando la pasta y los ingredientes de la salsa a la vez, y con la cantidad de agua justa para que la pasta se hidrate y no haya que tirar nada. Estamos seguros de que muchos de vosotros habéis hecho así la pasta en alguna o en muchas ocasiones, nosotros sí, y desde hace años. Pero han sido los norteamericanos los que le han puesto nombre, parece ser que la popular cocinera televisiva Martha Stewart, y, por lo tanto, se atribuyen la autoría de esta otra forma de cocinar pasta, que insistimos, no es más que el sistema con el que se hace a menudo el arroz, y la fideuá.
One pan pasta (pasta en una sartén), o one pot pasta (pasta en una cazuela) es el nombre en inglés con el que se conoce esta otra forma de cocinar pasta, que es tan sencillo como poner en el recipiente la pasta, los ingredientes de la salsa, por ejemplo, tomates, setas, pimientos, cebolla, hierbas aromáticas… aceite de oliva, sal y el agua. Claro, no es lo mismo un ajo cocido que un ajo sofrito, pero hay que pensar que es otra receta de pasta y en sus ventajas, que son varias.
Se reduce mucho el tiempo de cocción por varios motivos, entre ellos, que la cantidad de agua que hay que llevar a ebullición es mucha menos y por lo tanto, tarda menos en llegar ese punto, además, como la pasta se pone en el agua desde el principio, mientras se va calentando el agua ya la va hidratando, y necesita menos tiempo de cocción. Recordemos que también os hablamos hace un tiempo de un truco para cocer pasta en menos tiempo, y era hacer como con las legumbres, dejarla en remojo con antelación.
Otras ventajas son el sabor, la pasta no se cuece sólo con agua, sino con distintos ingredientes que también, desde el primer momento, le están impregnando sabor. Y no deja de ser importante que se ensucien menos cacharros de cocina, en lugar de una olla, una sartén y un escurridor (como mínimo) para hacer un plato de pasta, con el sistema ‘one pot pasta’ sólo es necesario una cazuela o una sartén alta.
Bajo estas líneas os dejamos una vídeo receta de Marta Stewart (aunque no salga una imagen en la portada del vídeo, funciona) en la que podéis ver qué fácil es hacer pasta en una cazuela o sartén. Comentadnos qué os parece la idea, si ya lo habéis hecho o pensáis ponerlo en práctica en breve.
Foto 1 | Marta Stewart