La Okra (Hibiscus esculentus) también llamada Kingombo, Gombo, Ají turco o Lady’s fingers (dedos de dama) entre otros nombres, es una planta cultivada en África, Asia y América, en las regiones con climas cálidos y templados.
El fruto de esta planta es como un pequeño pimiento, crece silvestre y se recoge aún sin madurar. La okra o quimbombó pertenece a la familia de las Malvaceae, como el algodón o el hibisco, y se consume con fines terapéuticos o como un ingrediente más en la cocina.
La okra se consume generalmente en sopas y guisos, cocida, asada, frita y también en crudo en ensaladas, pero al ser cortada desprende un jugo mucilaginoso que no resulta agradable para todo el mundo. También se puede encontrar la okra seca, aunque no la hemos visto, siempre hemos comprado la fresca en el C.I.
El sabor de este vegetal con aspecto de pimiento es suave, si os causa reparo el líquido gelatinoso, éste no aparece cuando se asa, así que animaos a probarlo. A la hora de comprarlo, escoged la okra de color uniforme y no demasiado grande, pues resulta más tierna, y precisa una conservación refrigerada.
De sus valores nutritivos podemos destacar que es baja en calorías, rica en fibra y vitaminas del grupo B, A y C, además de carbohidratos, potasio y calcio. Y sobre sus aplicaciones medicinales se encuentra la función balsámica y protectora de la mucosa digestiva. Es utilizada el agua de la cocción para mejorar ciertas afecciones gástricas y de garganta.
La okra o kimbombó es otro de los ingredientes cada vez más introducidos en nuestra cocina, seguro que muchos de vosotros lo habéis probado ya.
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