En el vídeo podéis conocer la historia de David, un hombre que fue diagnosticado en el año 2011 con ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica), una enfermedad degenerativa de tipo neuromuscular que le impide moverse, explica que su calidad de vida ha cambiado para mejor gracias a Obi, un brazo robótico que ayuda a comer a las personas con discapacidades físicas. El diseño de Obi es simple, minimalista y elegante, el brazo robótico trabaja con un plato dividido en cuatro compartimentos para poder poner diferentes tipos de comida.
Integra una interface muy sencilla, sólo es necesario pulsar dos botones, uno para indicar qué alimentos se deben recoger del plato (el orden), y otro para indicar el tipo de movimiento que debe realizar el brazo para poder llevar la cuchara a la boca de la persona que tiene que comer, estos procedimientos se realizan en pocos segundos por el cuidador y sin complicaciones. El robot ha sido creado por el ingeniero John Decker, motivado por los desafíos a los que se enfrentan las personas con discapacidades, incluyendo su abuelo. Empezó a desarrollar el brazo robótico en el año 2006 y tras más de 15.000 horas de trabajo, ha visto la luz para mejorar la calidad de vida de todas estas personas.
Como podéis ver en el vídeo, se adapta a todo tipo de posiciones ayudando y mejorando la experiencia de comer sin depender de otra persona. Como decíamos, el plato cuenta con varios compartimentos y se puede programar el orden de servicio y el movimiento que el brazo debe realizar de forma muy sencilla, una vez recoge la comida y la coloca en la posición a la altura del comensal, el brazo no se retira hasta que la persona no se haya introducido la comida en la boca. Otras características que merece la pena destacar son el control de las porciones de comida que debe recoger del plato o el modo en el que recoge la comida, evitando dejar restos y además, con un mínimo riesgo de que se pueda caer.
John Decker se ha asegurado de que Obi pueda adaptar perfectamente su funcionamiento según las necesidades de cada persona, de este modo cualquiera podrá utilizarlo sin problemas, comenta que todavía no han encontrado a nadie que no haya podido ser alimentado con este brazo, no importa el tipo de discapacidad física que pueda tener gracias a ese sencillo mecanismo intuitivo de adaptabilidad que integra el robot.
Obi cuenta con otros sistemas como la detección de colisión, que evita que la cuchará pueda chocar contra algún objeto o el propio comensal, en el momento que encuentra un objeto que irrumpe en su camino, se detiene y retrocede. El robot cuenta con las certificaciones correspondientes otorgadas por la FDA (Agencia de Medicamentos y Alimentación de Estados Unidos), registrado como dispositivo médico de clase 1.
El brazo robótico Obi se comercializa por 4.500 dólares (unos 4.085 euros), con su compra se incluyen dos cucharas intercambiables, un mantel, el plato con los cuatro compartimentos y un adaptador para cargar la batería de ión litio, con una capacidad operativa de hasta 4¡cuatro horas y un tiempo de recarga de unas dos horas. En el vídeo David comenta que gracias a Obi tiene más independencia, ha mejorado su calidad de vida, pero también la de las personas que le rodean, ya que no tienen que estar pendientes de darle de comer.
Sin duda, es un aparato que será de gran ayuda para muchas personas, si queréis conocer más detalles sobre el funcionamiento de Obi, sus especificaciones técnicas, para qué tipo de discapacidades está indicado, los accesorios con los que se puede personalizar, o realizar su compra, podéis acceder a su página oficial.