La organización de consumidores UFC-Que Choisir ha publicado un estudio en el que concluye que NutriScore funciona bien en Francia, la organización asegura que el etiquetado tiene un efecto beneficioso, ya que muchos fabricantes han modificado la formulación de sus productos para que tengan una mejor calidad nutricional, aunque todavía hay muchos que se oponen al etiquetado y la razón es que sus productos son los menos saludables.
Según los resultados, se ha observado una notable mejoría en la calidad nutricional de los alimentos de tres grupos, donde también tiene más presencia el etiquetado NutriScore, las barritas de cereales, los panes especiales y bizcochos, y los cereales del desayuno. Desde que se instauró (recordemos que se puso en marcha en el año 2017), la proporción de etiquetas con clasificación ‘A’, ‘B’ y ‘C’ en las barras de cereales se ha duplicado pasando del 25% al 49%.
En el caso de los cereales, las clasificaciones ‘A’ y ‘B’ se multiplicaron por casi cinco, pasando del 8% al 38%, y en la categoría de panes especiales y bizcochos, el incremento en la mejora de la clasificación pasó del 40% al 62%. Esto ha sido posible gracias a que los fabricantes han modificado la formulación reduciendo el contenido en grasas, sal y azúcares añadidos, como ejemplo, UFC-Que Choisir cita las barritas de cereales de Nestlé que ahora clasifican con ‘B’ y ‘C’.
La organización de consumidores explica que en otras cuatro categorías de productos que se han analizado, el etiquetado NutriScore tiene una presencia limitada, un 17% en galletas y pasteles, un 17% en barritas y snacks de chocolate, un 10% en salsas y menos del 1% en helados y sorbetes. A esto hay que sumar que las categorías mencionadas no han experimentado apenas mejoras nutricionales desde que se puso en marcha el etiquetado en el país galo.
La proporción y presencia del etiquetado con clasificaciones ‘E’ y ‘D’ sigue siendo mayoritaria para la categoría de helados y pasteles con un 52%, en el caso de las salsas para condimentos, se alcanzó el 75%, pero las categorías con más deficiencias y menos presencia del etiquetado ha sido para las de barras y snacks de chocolate, así como para galletas y pasteles, donde nueve de cada 10 productos no incluían el etiquetado y los resultados de la clasificación eran pésimos.
El estudio de UFC-Que Choisir destaca las principales limitaciones para la inclusión voluntaria del etiquetado NutriScore, apuntado que el etiquetado no está presente en aquellos productos alimenticios que son más desequilibrados nutricionalmente, y cuyo consumo en los hogares debe ser muy limitado. El estudio concluye que sólo un 1% de los productos de marca nacional aceptan incluir el etiquetado con una clasificación ‘E’, y es que las empresas de comida basura se niegan de forma obstinada a usar el etiquetado porque obtienen una pésima clasificación.
Para la organización de consumidores, se ha demostrado que NutriScore destaca los producto locales y anima a los fabricantes a mejorar la calidad nutricional de sus productos, por ello, se insta a la Comisión Europea para que no ceda ante el lobby alimentario en contra del etiquetado y lo haga obligatorio en la Unión Europea, aunque ya sabemos que la CE está de acuerdo en la introducción de un etiquetado nutricional, pero no quiere que sea NutriScore, al menos hasta que se realice un estudio sobre el impacto de los diferentes tipos de etiquetado frontal que se podrían utilizar. Como ya comentábamos aquí, la CE considera necesario invertir tiempo, dinero y recursos para el nuevo estudio, pero obvia la gran cantidad de estudios que ya se han realizado sobre el tema, por lo que podemos deducir que se intenta retrasar el mayor tiempo posible la puesta en marcha del etiquetado.
A través de la página de UFC-Que Choisir podréis conocer más detalles de la noticia, y para conocer con detalle el estudio, podéis acceder a este enlace (Pdf).