En septiembre del año pasado os hablábamos de la puesta en marcha de un experimento en Francia, cuyo cometido era el de elegir la mejor etiqueta alimentaria para identificar los alimentos saludables. Durante 10 semanas, en diferentes supermercados de cuatro regiones del país, se utilizaron varios formatos de etiquetas basados en la codificación por colores y cantidades recomendadas, estas etiquetas informaban sobre el contenido en grasas, azúcares y sal, así como del carácter saludable del producto.
Los resultados de esta prueba serían determinantes para elegir la etiqueta alimentaria oficial para identificar los alimentos saludables en Francia. Pues bien, ya se ha anunciado qué etiqueta se utilizará en todo el país para informar a los consumidores sobre el carácter saludable de los alimentos, la Ministra de Salud ha anunciado que se ha elegido el formato NutriScore como la mejor opción, se trata de un etiquetado basado en la codificación por cinco colores y letras.
Se ha considerado que este formato es el mejor a la hora de informar rápidamente a los consumidores sobre la calidad nutricional de los productos, facilitando la tarea de elegir aquellos alimentos más adecuados para seguir una dieta sana y equilibrada. Sin embargo, hay que aclarar que tanta parafernalia para llevar a cabo un experimento en condiciones reales para la elección del formato de etiquetado no tiene sentido, la razón es que su uso es voluntario.
Según los resultados y la opinión del comité científico, los formatos que han ofrecido mejores resultados han sido NutriScore y SENS, que aconsejan a los consumidores con la frecuencia que se deben comer ciertos productos mediante la asociación de colores y descriptivas, “muy a menudo”, “a menudo”, “moderadamente”, “regularmente en pequeñas cantidades”, u “ocasionalmente en pequeñas cantidades”. Tras analizar múltiples criterios y enfoques que han sido explorados sistemáticamente, NutriScore tiene una clara ventaja sobre el resto de formatos, especialmente en el segmento de consumidores que buscan ahorrar en la cesta de la compra adquiriendo productos económicos.
La Ministra de Salud asegura que se está dando un gran paso hacia adelante, siendo la primera vez que se le da valor a un logotipo nutricional y se constata su eficacia. El nuevo etiquetado ha sido desarrollado por Serge Hercberg, Director del Departamento de Investigación Nutricional de la Universidad de París, el experto comenta que esto supone una gran victoria para la salud pública, se ha constatado que NutriScore tiene un gran impacto en el comportamiento de compra de los consumidores, ya que les informa rápidamente sobre el carácter saludable de los productos, pudiendo realizar compras más inteligentes e informadas.
Para la industria alimentaria ha sido, en cierto modo, un varapalo, ya que tenía la esperanza de que el modelo que presentó fuera el elegido. Recordemos que se trataba del etiquetado Nutri-Repère, un sistema que no utiliza el código de colores y se basa en las cantidades diarias recomendadas, recordemos que la industria se ha opuesto mayoritariamente a los formatos basados en los códigos de colores.
El profesor explica que los fabricantes deberán aceptar las reglas del juego que ellos mismos pidieron en su momento, sin embargo, ANIA (Asociación Nacional de la Industria Alimentaria) comenta que esperará a que se den a conocer los resultados de este experimento que serán presentados de forma oficial en breve. Por otro lado, apunta que según ANSES (Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de la Alimentación, el Medio Ambiente y el Trabajo), los etiquetados nutricionales presentados no parecen estar adaptados para hacer frente a problemas de salud pública como la obesidad.
La FoodDrinkEurope (FDE), organización que representa los intereses de la industria alimentaria en la Unión Europea, comenta que lamenta la inclusión de este etiquetado ya que entorpece la libre circulación de mercancías en el mercado único. Considera que la discusión sobre un modelo de etiquetado informativo colocado en la parte delantera de los productos, debe ser discutida y consensuada a nivel europeo, en colaboración y acuerdo con todas las partes interesadas. Las iniciativas a nivel nacional no hacen más que obstaculizar y distorsionar el mercado, por lo que manifiestan su oposición. Todo esto es una puesta en escena, como ya hemos comentado, se trata de un etiquetado de carácter voluntario, ya veremos cuántas empresas lo adoptan.
Foodwatch Francia explicaba en su momento que este experimento con las etiquetas nutricionales era una farsa, una de las razones de ello era precisamente su carácter voluntario, a esto hay que sumar algunas irregularidades como la presencia en el comité científico de miembros que están relacionados con la industria alimentaria, lo que supone un conflicto de intereses. Foodwatch consideró necesario que el etiquetado debería tener carácter obligatorio, colocarse en la parte frontal del envase y además que se llevara a cabo en toda la UE, ya que un solo Estado no puede imponer un etiquetado nutricional obligatorio.
Tras presentar los resultados y según leemos aquí, la Ministra de Salud aprobará el Decreto Ley para que los fabricantes puedan empezar a utilizar el etiquetado a partir del próximo mes de abril.