La nuez de macadamia es un fruto seco considerado gourmet, por su delicado sabor y suave textura, porque es uno de los frutos secos más nuevos y por su pequeña producción en comparación con otras especies, lo que hace que su precio también sea algo más elevado, aunque hay que decir que es un fruto muy fácil de encontrar en supermercados y tiendas especializadas y que está al alcance de todos.
La nuez de macadamia también se conoce como nuez australiana, nuez Queensland o únicamente madacamia. En el noreste Australia se encuentra su origen, fruto de los árboles Macadamia tetraphylla y Macadamia integrifolia, éstos ofrecen las especies de macadamia comestibles, hay más, pero se consideran venenosas porque contienen glucósidos cianogénicos, algunos indígenas australianos, que denominan a este fruto kindal kindal o jindilli, los eliminan con una lixiviación prolongada, con la finalidad de retirar su toxicidad y hacer estas madacadamias (M. whelanii y M. Terniofilia) también comestibles.
El nombre de macadamia lo otorgó el botánico Baron Von Mueller al describir el género alrededor de 1857, en honor al químico y naturalista John Macadam. Actualmente se cultiva también en Hawai, Brasil, Sudáfrica, Costa Rica, Nueva Zelanda, Kenya, Colombia o Bolivia entre otros países.
La nuez de macadamia es un fruto redondo, ligeramente achatado, de un tamaño ligeramente superior al de las avellanas. Tiene una cáscara dura que resguarda al fruto de color blanquecino o crema. Su textura es cremosa, crujiente pero suave, de sabor delicado, ligeramente dulce, fresco, una delicia para comer como tentempié o para incluirla en muchas recetas culinarias, sean dulces o salados.
Como sabemos, los frutos secos son uno de los alimentos más nutritivos y saludables, y dentro de ellos, las nueces de macadamia ocupan los primeros puestos. Su contenido energético es muy elevado, unas 700-800 kcal. por cada 100 gramos, por lo que conviene consumirlas con moderación, estando especialmente indicadas para personas que realizan deporte o actividades con mucho desgaste físico, y personas que necesiten una aportación extra de los nutrientes que ofrecen.
La nuez de macadamia es rica en ácidos grasos monoinsaturados, alrededor de un 60%, de ella se extrae el aceite que es muy apreciado también como cosmético. Pero volviendo a los valores nutricionales de este fruto seco, hay que destacar también que además de proteínas, carbohidratos y fibra dietética, proporciona minerales como el calcio, el hierro, el fósforo, el potasio, el sodio o el magnesio y vitaminas, destacando la vitamina E.
Generalmente las podemos encontrar en los comercios sin su cáscara, en tarros o bolsitas (al natural, saladas, fritas, con miel…), que deberán conservarse en lugar seco y siempre protegidas del aire. Como todos los frutos secos, las nueces de macadamia son muy susceptibles de enranciarse, por lo que conviene comprar pequeñas cantidades para consumirlas en un tiempo prudencial.
Foto | Lux Tonnerre