Acaban de ser adoptados nuevos criterios sobre pesticidas en la UE, en total 22 sustancias consideradas altamente tóxicas y cancerígenas dejarán de ser utilizadas en el suelo de la Unión Europea. La propuesta sometida a votación recibió un respaldo mayoritario, aunque los representantes agrarios o la industria química entre otros, se han opuesto indicando que la prohibición que se aplica sobre los productos fitosanitarios provocará la reducción de las cosechas, ya que se priva a los agricultores de herramientas necesarias para poder combatir las plagas y enfermedades.
Según los agricultores, los nuevos criterios sobre pesticidas en la Unión Europea provocarán un aumento del precio de los alimentos al ser las cosechas más escasas. De ello hablábamos en el post Dieta Mediterránea y pesticidas, incluso la FEN (Fundación Española de la Nutrición) estaba a favor de no prohibir los productos fitosanitarios con unos argumentos sorprendentes.
Según la FEN, gracias a los productos fitosanitarios se garantizaban las producciones de alimentos que están contemplados en la Dieta Mediterránea, la rentabilidad de los productores y el resultado son precios más asequibles para los consumidores.
También indicaban que la prohibición de los productos fitosanitarios provocaría que los consumidores se alejaran más de los alimentos contemplados en la Dieta Mediterránea al caer la producción de frutas, verduras, etc. Esta actitud nos sorprendía entonces, era difícil creer que para mejorar la nutrición española, la FEN indicara que se debía aceptar el uso de determinados productos fitosanitarios, sin embargo, es necesario leer el estudio de esta fundación “Repercusiones del proyecto de reglamento sobre autorización y comercialización de productos fitosanitarios: un enfoque nutricional“, para comprender bien estos argumentos.
El caso es que se han prohibido 22 sustancias y los países que forman la Unión Europea deben adaptarse a los nuevos criterios y regular las respectivas legislaciones para que sean contemplados a nivel nacional, para ello se dispone de dos años. La prohibición es escalonada, dependiendo del producto se hará efectiva antes o después, así por ejemplo, el carbendazim, un fungicida agrícola utilizado en un amplio espectro de enfermedades de numerosos cultivos, queda prohibido en este mismo año.
Los plaguicidas aprobados hace poco, podrán utilizarse durante los próximos diez años, tiempo en el que expirarán las licencias. Recordemos que no hace mucho que entró en vigor la nueva normativa de la UE sobre pesticidas en los alimentos, ¿por qué no se contempló esta prohibición entonces?
Según los agricultores, los cultivos más comprometidos con esta decisión serán las patatas, frutas, hortalizas y cereales como el trigo o la cebada, estos alimentos sufrirán una notable reducción de la producción, parece un buen argumento para enfrentarnos a otra subida de precios. De todos modos hay que decir que son sólo 22 sustancias y hay que tener en cuenta que se utilizan más de 400 productos actualmente, no es una drástica reducción, de hecho, los grupos ecologistas solicitaban la prohibición de 100 productos fitosanitarios.
Por supuesto, también hay excepciones, algunos productos se podrán seguir utilizando sobre todo si son indispensables para garantizar la salud de los cultivos y no existe ninguna otra alternativa, por ello la Unión Europea concederá un plazo de 5 años en su utilización, tiempo que deberá ser aprovechado para investigar y buscar una alternativa.
Una pequeña observación, no se habla del glifosato, principal sustancia activa del roundup, un potente herbicida utilizado sobre todo en los cultivos transgénicos. Muchos investigadores advierten sobre el grave peligro que encierra este producto, ya que puede causar daños genéticos en los anfibios, en los peces, en las lombrices de tierra y dejar estériles los campos. Ya tendremos tiempo de analizar algunas cuestiones, en breve tendremos más detalles sobre la nueva regulación.