Un nuevo plan del vino en Francia para recuperar cuota de mercado puede provocar que los sectores más conservadores del mundo enológico francés se sienta muy perjudicados. El Gobierno francés acaba de aprobar una serie de medidas en las que se contempla la utilización de virutas de madera, la incorporación de taninos a los vinos y otras medidas en una nueva categoría de vinos. La idea es poder recuperar cuota de mercado frente a los vinos del nuevo mundo que cada vez adquieren mayor beneplácito por los consumidores.
Lo que antes era impensable en suelo francés, ahora ya es un hecho y se podrán elaborar y vender, por ejemplo, un tradicional vino alsaciano Gewürztraminer en cualquier lugar del territorio francés y venderlo como tal gracias a esta nueva categoría (Vino de Francia). Se trata de una nueva revolución en los vinos de mesa en los que serán identificados por la variedad de uva, la añada o su casta, algo que antes no se daba en los vinos de mesa. El nuevo plan se aleja del sistema que hasta ahora regía en Francia, los terruños ya no son tan valorables.
Era inevitable una actuación de este tipo y más después de constatar una continuada pérdida de la cuota de mercado del vino durante los últimos años. Para los franceses, el vino que elaboran los países que conforman el nuevo mundo son vinos sin personalidad, afrutados y sin ninguna complejidad, todos son producidos bajo los mismos patrones. Sin embargo, esto es lo que vende ahora y se quedan a un lado los buenos vinos franceses con sus denominaciones de origen. El Ministerio de Agricultura francés indica que el vino producido en Francia es complicado y poco comprendido, algo que afecta seriamente a las ventas.
La solución, aceptar los patrones que utilizan otros países a pesar de ir en contra de sus principios, esto es algo similar a lo que mencionábamos en el post Desarrollar nuevos vinos sin alcohol, ese es el objetivo, al final, incluso a lo que ahora no se considera vino por su baja graduación alcohólica, terminará reconociéndose como tal, exigencias del mercado que terminan obligando a aceptar lo que antes sería inaceptable.
Es indudable que la aplicación del nuevo plan sorprenda a muchos productores, pero esto no implica que se elaboren a partir de ahora vinos de peor calidad, los franceses son maestros en la elaboración del vino y lo que podrían considerar un vino de peor calidad, podría superar lo mejores vinos, o los considerados vinos de calidad pertenecientes al nuevo mundo.
Es lógico buscar soluciones sobre todo teniendo en cuenta que la cuota de mercado del vino francés ha perdido posiciones situándose por debajo de pases como España o Italia. Igual que pasó con los vinos chilenos frente a los vinos españoles en el mercado del Reino Unido, Francia también ha perdido posiciones frente a Australia en este país.
De momento, los vinos de calidad que produce el país galo dominan el mercado, pero el temor acecha, ya que los vinos del nuevo mundo mantienen su pugna e intentan ofrecer vinos de gran calidad a bajo precio para superar a los maestros franceses, sobre todo a los nuevos países que se han incorporado al mercado enológico con gran fuerza, como puede ser China o la India. Recordemos que hace algo más de un mes conocíamos que las importaciones de vino habían aumentado espectacularmente en el país asiático incrementándose en un 78% gracias a la supresión del arancel que gravaba los vinos de importación.
Francia ha dado un paso más en la competitividad, una jugada estudiada durante un par de años con la que espera obtener buenos resultados, aunque algunos expertos no las tienen todas consigo y muestran sus dudas. Es necesario producir vinos algo más simples, vinos que son mejor aceptados por las nuevas generaciones de consumidores, el objetivo es batir a Australia, California y todos aquellos países que han logrado conquistar a estos nuevos paladares.
Vía | El Mundo Vino