En Australia se ha aprobado el uso de un nuevo etiquetado alimentario que califica por estrellas lo saludables que son los alimentos, estas etiquetas son la alternativa a las etiquetas semáforo que la industria alimentaria rechazó en su momento al considerar que no era coherente y confundía a los consumidores. La industria alimentaria se ha opuesto a que sus productos sean calificados según su contenido en grasas, azúcares, sal, fibra y aporte calórico, pero el Gobierno del país se mostró decidido a llevar adelante un etiquetado de estas características, a pesar de la gran presión que ha estado ejerciendo la industria alimentaria. El ejecutivo considera que es necesario este nuevo etiquetado si se persigue ayudar a los consumidores a que realicen elecciones más saludables.
El pasado mes de noviembre se presentaron las etiquetas que califican los alimentos con estrellas, pero apenas 20 horas después de activar la página web informativa, tuvo que retirarse debido a que la información se presentaba confusa y además había una serie de errores que no estaban en el diseño original de la web. Ahora se presenta el sistema con los problemas solucionados y se plantea como una solución que ayudará a los consumidores, que han manifestado que el actual sistema de etiquetado es muy complejo, con información y cifras que resultan difíciles de comprender.
Cuantas más estrellas tiene un alimento, mejor calificación ha obtenido en los cálculos que un algoritmo ha realizado al tener en cuenta el contenido nutricional del producto, hay que decir que este algoritmo se ha diseñado basándose en los estándares alimentarios de Australia y Nueva Zelanda, los mismos que dieron lugar a la guía de alimentación saludable lanzada el año pasado en el país. La industria alimentaria se ha opuesto a cualquier modelo que identifique el carácter saludable de sus productos, pero hay que decir que el etiquetado de momento no es obligatorio y además cuentan con un periodo de cinco años para introducirlo, posteriormente quizá se haga obligatorio.
La industria alimentaria ha argumentado que este tipo de etiquetado es confuso, aunque más confuso es el que utilizan actualmente, también argumentan (como cabe esperar) que provocará un aumento del precio de los productos. En cualquier iniciativa que sea de carácter informativo la amenaza de la subida de precios está siempre presente, podemos citar como ejemplo la noticia ‘En Reino Unido no se conocerá la procedencia de la carne utilizada en los alimentos preparados‘, o ‘Etiquetar los alimentos transgénicos no supondría un incremento de precios‘, sea el tema que sea siempre sale a relucir esta amenaza directa al bolsillo del consumidor, sobre todo cuando es algo que a la industria no le conviene.
El caso es que el periodo voluntario de la introducción de la etiqueta se ha ampliado de dos a cinco años para facilitar que la industria alimentaria pueda cambiar la formulación de algunos productos para hacerlos más saludables antes de que sean identificados con el sistema de estrellas, otras empresas ya han manifestado que lo introducirán de inmediato dadas las características de los alimentos que comercializan.
Por tanto, en los próximos meses los consumidores australianos van a poder ver cómo algunos de los productos que habitualmente adquieren, cuentan con este sistema que promete facilidad de entendimiento y ayuda para elegir los alimentos más adecuados para la dieta equilibrada. Junto al lanzamiento del etiquetado de alimentos por estrellas se va a poner en marcha una campaña promocional que enseñe a los consumidores cómo funciona el nuevo sistema de etiquetado y solucione cualquier duda que se pueda plantear. Además, el próximo mes de agosto se pondrá en marcha una página web en la que también se explicará con detalle el nuevo etiquetado y se intentará solucionar cualquier posible duda que tengan los consumidores, una página que nada tiene que ver con la que se presentó a finales del año pasado.
Varias asociaciones de consumidores han pedido a la industria alimentaria que introduzca cuanto antes el nuevo etiquetado, dado el problema de sobrepeso y obesidad existente en el país. Grandes empresas, como la cadena de supermercados Woolworths, ya ha manifestado que va a implementar el sistema en sus productos, avanzándose a sus competidores y mostrando que quiere contribuir a mejorar la alimentación de la población. Podéis conocer más detalles de la noticia a través de la página web de Australian Institute of Food safety.