La listeriosis fue noticia en nuestro país por el brote causado por la empresa sevillana de productos cárnicos Magrudis, que afectó a más de 300 personas, provocó varios abortos y al menos tres muertos. Este tipo de problemas quizá terminen siendo algo del pasado gracias a un nuevo aditivo para envases alimentarios que elimina la listeria que ha sido desarrollado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la empresa Encapsulae, empresa de base tecnológica surgida del CSIC, que inició su actividad el año pasado.
Se trata del primer aditivo para envases que al entrar en contacto con los alimentos, genera una superficie de contacto que impide la proliferación de las bacterias de la listeria. Según los ensayos realizados en condiciones de laboratorio, su eficacia es muy elevada ya que tras 24 horas, un producto con 100.000 unidades formadoras de colonias (cantidad mínima atribuida a una dosis que puede causar una infección) por ración, pasa a cero unidades trascurrido el tiempo indicado. Los investigadores comentan que han modificado la distancia de los enlaces químicos de un conservante alimentario que se utiliza habitualmente en la industria cárnica, que se encapsula en el envase de plástico impidiendo el crecimiento de las bacterias, por lo que el envase se convierte en un elemento que contribuye significativamente en la seguridad alimentaria del producto.
La Listeria monocytogenes es una bacteria patógena considerada una de las causantes de las infecciones alimentarias más agresivas, con una mortalidad más elevada que casi el resto de toxiinfecciones alimentarias existentes, establecida en torno al 30% y llegando a un 70% en los grupos de riesgo como son fetos y personas mayores. La contaminación con la bacteria se suele producir por el consumo de alimentos que la contienen, por ejemplo, la carne cruda o mal cocinada, la leche cruda, el queso fresco, las verduras crudas, etc. Sus síntomas son fiebre, dolores musculares, diarrea, etc., y pueden aparecer al cabo de dos meses de haber consumido el alimento contaminado.
Según datos de un informe publicado por la EFSA (Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea) a finales del año pasado y correspondientes al 2017, en la UE se registraron 2.480 casos de listeriosis, de los que 284 se produjeron en España, pero en la crisis de listeriosis de la carne mechada de este año se ha superado esa cifra, ya que se han registrado 330 casos. Dadas las características de la bacteria que causa la enfermedad, su resistencia a las bajas temperaturas, la acidez y su capacidad de crecimiento incluso en temperaturas de refrigeración y conservación de entre 2° C y 4° C, soluciones como la presentada por el CSIC son de gran importancia, ya que pueden reducir de forma significativa la cifra de personas afectadas.
Los alimentos preparados y listos para el consumo que podemos encontrar en el mercado han sido sometidos a un proceso como el horneado o la cocción a temperaturas superiores a los 70º C durante 2 minutos para eliminar la bacteria de la listeria. La limpieza o desinfección del producto alimentario no resulta algo eficaz contra esta bacteria, ya que es capaz de crear biopelículas en diferentes materiales de los envases, que les proporcionan una mayor resistencia y persisten tras el proceso de limpieza. Merece la pena destacar que desde el año 2015 es una enfermedad de declaración obligatoria, pero lamentablemente, y dado su largo periodo de incubación, los brotes son, en ocasiones, difíciles de investigar.
El nuevo aditivo para envases alimentarios capaz de eliminar las bacterias de la listeria es un gran paso en la lucha contra esta toxiinfección, y quizá debería ser obligatorio su uso a fin de prevenir problemas como el sucedido con el caso Magrudis. Hay que decir que el aditivo ya está disponible para su uso comercial, con una capacidad de producción para integrarlo en más de 50 millones de envases alimentarios y cuenta con la aprobación de las agencias reguladoras.
El aditivo se denomina AS020P y se ha concebido para integrarlo en polímeros que entran en contacto con los alimentos, reduciendo la probabilidad de contaminación de las bacterias de la Listeria monocytogenes, la Campilobacter jejuni, la Escherichia coli y el Staphilococus aureus. Como decíamos, es todo un avance en seguridad alimentaria, sobre todo sabiendo que unos 23 millones de europeos enferman cada año por patologías transmitidas por del consumo de alimentos.
Podéis conocer más detalles del nuevo aditivo contra la listeria a través de este artículo publicado en la página del CSIC, y en la página web de la empresa Encapsulae.