Esta semana se ha llegado a un acuerdo provisional por parte del Parlamento Europeo y el Consejo de Ministros, para adoptar las nuevas medidas para que los envases utilizados en la UE sean más seguros y sostenibles. En estas normas se contempla la reducción del uso de envases de plástico, la reutilización y el reciclado, así como la mejora de la seguridad para evitar la presencia de sustancias nocivas e impulsar la economía circular en el segmento del plástico.
El acuerdo concreta la reducción del embalaje plástico y la restricción de determinados formatos de embalaje, como los envases para frutas y verduras frescas sin procesar, los que se utilizan para alimentos y bebidas envasadas, los envases de productos que se consumen en cafeterías y restaurantes, los envases para porciones individuales de productos como el azúcar, cremas, salsas, etc. Todos ellos quedarán prohibidos a partir del 1 de enero de 2030, dando a los fabricantes tiempo suficiente para adaptarse a la nueva reglamentación.
Sobre los envases de plástico en general, se establecen unos plazos para su reducción, un 5% para el año 2030, un 10% para el año 2035, y un 15% para el año 2040, además, se exige que los países miembros de la Unión Europea reduzcan la cantidad de residuos de envases de plástico que se generan. Otro punto destacado es la prohibición de las bolsas de plástico de menos de 15 micras (muy ligeras), a menos que se justifique que son necesarias como embalaje primario para alimentos a granel para contribuir a reducir el desperdicio alimentario.
Por cierto, es interesante dar un vistazo al reglamento (UE) 2022/1616 sobre los materiales y objetos de plástico reciclado que entran en contacto con alimentos, y que forma parte del Plan de Acción para la Economía Circular del año 2015, momento en el que se determinó que era necesario aumentar el reciclado de plástico como uno de los puntos esenciales en el marco de una economía circular.
Se ha introducido una norma relativa al uso de los denominados químicos permanentes, es decir, las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS) que se pueden encontrar en los envases de plástico que entran en contacto con los alimentos. Por cierto, recordemos que aunque se prohibieron las pajitas de plástico anteriormente, las alternativas tambien encierran riesgos, un ejemplo son las pajitas de papel ecológicas que un estudio puso de manifiesto porque contenían químicos permanentes, de ello hablábamos aquí. Comentamos esto porque será interesante ver qué alternativas usan las empresas y si son totalmente inocuas.
Sobre la reutilización y recarga para los consumidores, se ha acordado fijar un objetivo específico para los envases reutilizables de bebidas alcohólicas y no alcohólicas, salvo la leche, el vino o las bebidas espirituosas. En el acuerdo se establece que al menos se debe reutilizar un 10% de estos envases para el año 2030, aunque es posible que se pueda ampliar el plazo cinco años más, si el país comunitario concede esa excepción siempre y cuando se justifique el retraso.
Los distribuidores finales de bebidas y comida para llevar en el sector de la restauración estarían obligados a ofrecer a los consumidores la posibilidad de traer su propio envase, y se exigirá que se ofrezca el 10% de los productos en un formato de embalaje reutilizable, algo que deberán lograr desde ahora y hasta el año 2030. En el acuerdo se establece que los países miembros de la UE deberán incentivar a los restaurantes, cantinas, bares, cafeterías y servicios de catering, para que proporcionen a los clientes agua del grifo gratuita o por una tarifa de servicio reducida, cuando esté disponible y en un formato reutilizable o recargable.
Se ha concretado que todos los envases deben ser reciclables y se deberán cumplir criterios estrictos que se definirán mediante una posterior legislación, aunque se prevén determinadas excepciones, pero no para los materiales plásticos. Se marcarán objetivos mínimos sobre el reciclado de cualquier parte plástica de un embalaje en función del peso de los residuos de envases generados, así como mayores requisitos en el reciclado. Finalmente, se establece que un 90% de los envases de bebidas de plástico y metal de un solo uso se recogerán por separado en 2029 mediante un sistema de depósito y devolución.
De todos modos hay que decir que estas nuevas medidas todavía deben ser aprobadas formalmente por el Parlamento y el Consejo de Ministros, y de momento no se ha dado una fecha para ello, aunque es previsible que se haga en las próximas semanas. Podéis conocer todos los detalles del anuncio a través de la página oficial del Parlamento Europeo.