Hasta la fecha, las evidencias más antiguas en la producción de cerveza databan del año 4.000 a.C., aunque algunos investigadores creían que probablemente su aparición coincidió con la elaboración de pan entre los años 10.000 y 6.000 a.C., la razón es que la bebida guardaba similitudes con la preparación del pan. De hecho, hace unos meses podíamos conocer una investigación arqueológica realizada en el Desierto Negro de Jordania en la que se encontraron nuevas evidencias sobre la elaboración de pan, tema del que hablábamos aquí.
Pues bien, ahora conocemos un trabajo de investigación desarrollado por expertos de la Universidad Stanford (Estados Unidos) en el que se han encontrado nuevas evidencias de la elaboración de cerveza hace 13.000 años, siendo la producción de cerveza mucho más antigua de lo que se creía hasta el momento (unos 7.000 años de antigüedad). El descubrimiento coloca a la cerveza como el registro más antiguo de la fabricación de una bebida alcohólica, y respalda la teoría de que la cerveza pudo haber sido una motivación para iniciar el cultivo de cereales.
Recordemos que hace 10 años, el biólogo e historiador de la Universidad Técnica de Múnich (Alemania) Josef H. Reichholf, consideraba que la agricultura nació gracias a la cerveza, por lo que el descubrimiento respaldaría la teoría del experto. El equipo de investigación de arqueología china de la universidad encontró las evidencias de la elaboración de cerveza en la Cueva de Raqefet del monte Carmel (norte de Israel). Los arqueólogos analizaron los residuos hallados en morteros de piedra encontrados en un cementerio de la cultura natufiense antigua, donde el pueblo Naturfian habitó esta región del Mediterráneo Oriental entre el 15.000 y el 10.000 a.C.
En las piezas arqueológicas se han encontrado trazas de almidón y unas partículas vegetales denominadas fitolitos, resultantes de una biomineralización de origen vegetal o precipitación de un mineral resultante del metabolismo de un organismo vivo, estas partículas son características en los procesos para la transformación del trigo y la cebada en una bebida alcohólica. Los arqueólogos creen que este pueblo utilizó un proceso de elaboración de cerveza segmentado en tres etapas, primero, el almidón de cebada o trigo se transformaba en malta, es decir, se procedía a la germinación de los granos en agua para, posteriormente, eliminar el agua, secar los granos germinados y almacenarlos. Los investigadores explican que posteriormente la malta se trituraría y se calentaría para dejarla fermentar.
Los arqueólogos llevaron a cabo una serie de experimentos recreando estos procesos para la elaboración de cerveza, estudiando cómo el almidón cambiaba durante el proceso de preparación, para realizar comparativas con los restos hallados en las excavaciones arqueológicas. Los resultados obtenidos mostraron una clara similitud en las muestras, lo que reafirma la idea de que la cerveza ya se elaboraba 13.000 años a.C. Así mismo, se analizaron las huellas encontradas en los morteros antiguos, siendo muy similares a las resultantes de los experimentos realizados por los investigadores para la elaboración de la bebida, es decir, machacar y triturar los granos.
Sobre estas líneas podéis ver la fotografía de las huellas microscópicas de los almidones extraídos en los restos arqueológicos de la Cueva Raqefet comparadas con los resultados de los experimentos que llevaron a cabo los investigadores para replicar el proceso de la elaboración de la cerveza, pudiéndose observar una clara similitud.
Se cree que la elaboración de cerveza no era el resultado de utilizar los excedentes agrícolas, la bebida se fabricaba para las fiestas rituales y antes de la aparición de la agricultura. En principio, la investigación tenía como objetivo descubrir qué alimentos vegetales consumían los habitantes de aquella época, ya que existían pocos datos al respecto en los registros arqueológicos, y el descubrimiento sorprendió a los arqueólogos. Se concluye que la cerveza fue un elemento importante en los rituales como la veneración de los muertos o los banquetes, siendo, además, un mecanismo de regulación social en las sociedades jerárquicas.
Podéis conocer todos los detalles de la investigación a través de este artículo publicado en la página web de la Universidad de Stanford, y en este otro publicado en la revista científica Journal of Archaeological Science: Reports.