En los últimos años se han intensificado las acciones y la comunicación relacionada con la sobrepesca, las capturas ilegales, la puesta en marcha de nuevos sistemas de gestión de las especies marinas comerciales, la concienciación del consumidor para que adquiera pescado sostenible, la lucha contra el fraude pesquero, etc. Sin embargo, año tras año conocemos informes sobre la sobreexplotación de la pesca y las capturas ilegales, de hecho, ayer mismo hablábamos del riesgo de sobrepesca en el Mediterráneo y cómo se puede llegar a un punto en el que no se puedan recuperar los recursos marinos.
Hoy podemos saber que la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) ha dado a conocer unas nuevas directrices para frenar las capturas ilegales de pescado, son directrices internacionales con las que se pretende realizar un seguimiento del pescado desde su punto de captura, hasta que llega a la mesa del consumidor. Las medidas son el resultado de un proyecto de ‘Directrices voluntarias sobre sistemas de documentación de las capturas’ que fue aprobado la pasada semana, pero que se ha estado negociando durante cinco años y deberá ser puesto en marcha por todos los miembros de la FAO el próximo mes de julio.
Las capturas deberán ser documentadas desde su origen, con un sistema de trazabilidad con el que combatir las capturas ilegales y evitar, en teoría, el transbordo ilegal de productos pesqueros. Merece la pena recordar que hace algo más de un mes, Oceana presentó un informe en el que se trataba la problemática del transbordo ilegal de productos pesqueros a nivel mundial, en el documento se advertía del enorme volumen de capturas ilegales que se realizan, poniendo en riesgo a las poblaciones pesqueras y la seguridad alimentaria mundial, además de favorecer las prácticas del trabajo esclavo, como ejemplo se puede citar lo que ocurre en Tailandia.
Las directrices son voluntarias, algo que no se entiende, ya que como hemos comentado en muchas ocasiones, el hecho de que se trate de algo voluntario, aumenta el riesgo de que las prácticas ilegales se sigan llevando a cabo. Como apuntaba Oceana en su informe, es necesaria una legislación y regulación a nivel internacional como medida más eficaz para evitar las capturas y transbordos ilegales. Este conjunto de reglas presentadas por la FAO abarcan los sistemas de documentación de capturas para el pescado que tiene fines comerciales, sea en aguas marinas o dulces. Se presentan teniendo en cuenta que los países deben utilizar todos los medios a su alcance y que sean conformes al derecho internacional para prevenir, desalentar y eliminar la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada.
Las directrices serán adoptadas por todos los países miembros durante la celebración de la Conferencia bianual de la FAO que se celebrará en Roma del 3 al 8 de julio. Tras su aprobación, se convertirán, según esta organización, en una “regla de oro” que será reconocida a nivel internacional y que permitirá rastrear las capturas a lo largo de toda la cadena de suministro, con ello se espera evitar la llegada de pescado capturado de forma ilegal a los mercados. Pero hay que apuntar que existen otros problemas que también se deberían tratar y solucionar, como por ejemplo poner freno a los denominados Monster Boat, pesqueros capaces de capturar hasta 350 toneladas de peces al día de forma no selectiva y arrasando el fondo marino, algo que destacábamos en el post ‘Reloj Mundial de Pesca’ (Global Fishing Watch).
La FAO explica que este tipo de pesca ilegal pone en circulación unos 26 millones de toneladas de peces adicionales a las capturas que se realizan legalmente, que ascienden a un máximo de 93 millones de toneladas anuales, lo que afecta gravemente a los trabajos para la recuperación de las especies y los recursos marinos. Se considera que con los sistemas de documentación de las capturas se podrá limitar este comercio ilegal de pescado, pero seguro que quienes llevan a cabo esta actividad buscarán el modo de eludir estas directrices voluntarias.
El sistema es bastante sencillo, el envío de las capturas debe ser certificado por las autoridades nacionales como legales (una vía de entrada a la pesca ilegal puede ser la corrupción institucional) y de acuerdo a las prácticas pesqueras responsables. Esta documentación acompañará al pescado que se procese a nivel nacional o internacional, pudiendo únicamente exportar o comercializar las capturas con esta documentación en regla. Esperamos que estas directrices sean eficaces y logren su cometido, ya que la seguridad alimentaria mundial depende, en parte, de una gestión sostenible y eficaz que permita mantener los recursos pesqueros y la salud de los océanos en general.
Podéis conocer más detalles de la noticia y de las directrices voluntarias para los sistemas de documentación de las capturas a través de la página oficial de la FAO.
Foto 1 | Devin Hunter