Acabamos de conocer una interesante investigación cuyo objetivo es lograr la producción de alimentos de una forma menos contaminante y más respetuosa con el medio ambiente. Con la nueva tecnología N-Fix se pretende reducir el uso de fertilizantes agrícolas con base de nitrógeno, elemento que muchas plantas necesitan y que obtienen a través de la tierra. El profesor Edward Amartillar, Director de la Universidad del Centro de Nottingham para la Fijación de Nitrógeno en Cultivos, ha logrado desarrollar una cepa de bacterias capaces de colonizar las plantas de los principales cultivos accediendo a través de las raíces hasta alcanzar todas sus células, con ello se logra que la planta pueda obtener el nitrógeno directamente de la atmósfera, por lo que no sería necesario el uso de fertilizantes con base de hidrógeno.
La nueva tecnología para reducir los fertilizantes agrícolas se basa en un proceso en el que se recubren las semillas de las plantas que se quieren producir con una sustancia no tóxica que contiene la cepa bacteriana, al desarrollarse las semillas las bacterias se van instalando en cada una de las células de la planta, por lo que cada una de ellas será capaz de fijar el nitrógeno de la atmósfera del mismo modo que lo hace la planta de la caña de azúcar, uno de los pocos cultivos que viven en simbiosis con unas bacterias fijadoras de nitrógeno, pudiéndolo obtener directamente de la atmósfera.
Se han realizado diferentes pruebas de laboratorio durante la última década y por fin el profesor ha logrado hacer realidad un sistema que contribuye a resolver el problema de la contaminación por nitrógeno causado por el abuso de fertilizantes, es lo que se denomina nitrógeno sostenible. La nueva tecnología ya está casi lista para su comercialización a través de la empresa Azotic Technologies, que trabaja en colaboración con la Universidad de Nottingham, con las bacterias fijadoras de nitrógeno a nivel celular no es necesario recurrir a la manipulación genética y se puede incrementar la productividad de los cultivos sin necesidad de incrementar el uso de fertilizantes.
El nitrógeno es un elemento primario de las plantas, su deficiencia disminuye el crecimiento y la rentabilidad, además provoca problemas como la imposibilidad de sintetizar la clorofila, lo que deriva en clorosis, se reduce la cantidad de hojas ya que se vuelven amarillas y se caen, se reduce el tamaño de los frutos y se dan otra serie de problemas que se solventan con el uso de fertilizantes que aumentan el contenido de nutrientes de la tierra, uno de ellos el nitrógeno. Actualmente el uso de fertilizantes tiene un impacto económico muy positivo para la industria, es un producto necesario para mantener el nivel de productividad agrícola y así poder satisfacer la demanda alimentaria, sin embargo, el impacto ambiental es muy negativo, de su uso pueden derivar las aguas contaminadas que afectan a las formas de vida que habitan este medio, también lo tiene para la salud mundial a causa de la contaminación por nitratos y otros productos como el óxido de nitrógeno o el amoniaco. De las consecuencias de la contaminación por nitrógeno podemos conocer más detalles a través de la página de Azotic Technologies.
Entre las ventajas de las bacterias fijadoras de nitrógeno se pueden destacar la capacidad de proporcionar la fijación del oxígeno a través de la atmósfera, por lo que se puede reducir hasta en un 60% las necesidades de nitrógeno de las plantas, es un proceso ecológico y no deriva en la producción de toxinas, no es una tecnología transgénica, permite que se reduzca considerablemente el uso de fertilizantes, por lo que supone un importante ahorro y una mayor rentabilidad de las producciones. Según el profesor, el abuso de fertilizantes provoca que el coste anual causado por esta contaminación en Europa sea de 60.000 millones de libras (casi 70.000 millones de euros). Basándose en la necesidad de incrementar la producción alimentaria en un marco medioambiental más sostenible, la nueva tecnología presentada es un gran avance, su potencial en la agricultura es muy significativo, como hemos indicado, se conjuga ahorro, productividad y reducción de la contaminación ambiental.
Se espera que esta tecnología esté disponible para su uso en todo el mundo en un plazo máximo de unos dos años, el profesor explica que es necesario reducir la dependencia de los abonos nitrogenados sintéticos que se producen a partir de los combustibles fósiles, productos que tienen un alto coste energético, medioambiental y económico. Combinar la agricultura ecológica con esta nueva tecnología podría contribuir a desarrollar cultivos mucho más sostenibles, recordemos que en un estudio se planteó la pregunta ¿Puede la agricultura ecológica alimentar al mundo? y se determinó que en algunos casos el rendimiento de estos cultivos es mucho menor, por lo que sería imposible satisfacer las necesidades alimentarias del mundo.
Si se fusionaran algunos descubrimientos realizados hasta el momento, como por ejemplo el llamado gen nutritivo capaz de incrementar el rendimiento de los cultivos y se aplicaran sistemas como la agricultura de precisión, quizá se podría evitar la actual situación en la que la capacidad de producir alimentos está estancada, algo que impedirá aumentar el volumen de alimentos que serán necesarios para satisfacer las necesidades alimentarias en el año 2050. A través de este artículo publicado en la Universidad de Nottingham, podréis conocer más detalles sobre la tecnología N-Fix para reducir el uso de los fertilizantes en los cultivos.
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