Como explicábamos en este post, la mayoría de las botellas de plástico se fabrican con tereftalato de polietileno (PET), material que al reciclarse se convierte en PET reciclado (RPet), pero a pesar del elevado grado de reciclaje de este material, más del 90% de estas botellas no son recicladas por razones estéticas. Según explicaba Greenpeace, las seis empresas de bebidas más importantes del mundo usan un promedio combinado de sólo un 6’6% de RPet en sus productos, por lo que de poco sirve que estos envases se puedan reciclar.
Hoy conocemos el desarrollo de una nueva tecnología de reciclaje de plásticos PET que podría revolucionar la industria alimentaria y cambiar la actual tasa de reciclaje. La spin-off Ioniqa de la Universidad de Tecnología de Eindhoven (Páises Bajos), ha sido la responsable de desarrollar una tecnología capaz de convertir los desechos PET, incluidos los que integran colorantes, en un nuevo material transparente de grado virgen que permitiría fabricar nuevamente botellas y otros envases con un aspecto brillante e inmaculado, como si se hubieran fabricado a partir de material nuevo.
Esta tecnología descompone el material a nivel molecular separando los colores y otros contaminantes para, después, recomponer las moléculas y convertirlas nuevamente en PET con una calidad de grado virgen. Si se demuestra que es factible la aplicación a escala industrial, sería posible reutilizar todo el desecho PET para elaborar nuevos envases de alta calidad para uso alimentario, lo que probablemente supondría un cambio drástico en el actual nivel de reciclado de este material.
Según Ioniqa, sólo un 20% del PET llega a las plantas de reciclado, el resto se incinera, acaba en los vertederos o en el medio ambiente, no es de extrañar que se puedan encontrar microplásticos en el agua embotellada, en los alimentos marinos, en la sal, en los suelos agrícolas, etc. En este proyecto trabajan conjuntamente la spin-off Ioniqa, Indorama Ventures y Unilever, tres compañías que consideran que esta tecnología podría conducir a una transformación de la industria, ya que el proceso de reciclado se puede repetir indefinidamente, lo que supondría una reutilización contínua.
Merece la pena recordar que el año pasado Unilever se comprometía a que todos sus envases de plástico serían reutilizables, reciclables o compostables para el año 2025, si esta tecnología se puede aplicar a escala industrial, será mucho más fácil alcanzar este objetivo y además, ya no habrá excusa que impida a otras empresas trabajar con PET reciclado, sería la introducción del segmento en la economía circular, ya que se reduciría la entrada de materiales y la producción de desechos vírgenes a través de un bucle cerrado de continua reutilización.
Pero hay más, según el CEO de Ioniqa, el proceso se podría aplicar a otros plásticos y materiales orgánicos, sin duda, supondría una profunda transformación de la industria. Pero, de momento, y sin adelantar acontecimientos, el trabajo se centra en el reciclado del PET, para ello la primera planta industrial de la spin-off reciclará un gran volumen de residuos de plástico PET para transformarlos en materiales de grado virgen, es de suponer que una vez realizada la prueba y si los resultados son satisfactorios, se darán a conocer los planes para su aplicación a una escala global.
Podéis conocer todos los detalles de la noticia a través de este artículo publicado en la web de Unilever, y en este otro publicado en la página de Ioniqa.