La Unión Europea ha aprobado una nueva reglamentación sobre los alimentos con esteroles vegetales, aquellos que lograron en el 2009 la aprobación de la EFSA (Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea) para poder incluir en las etiquetas sus características funcionales, en este caso la reducción del colesterol malo en sangre. Como ejemplo podemos citar los productos Flora pro.activ, margarinas y otros productos que contienen esteroles vegetales, elemento que reduce sustancialmente el colesterol LDL. En la nueva reglamentación, estos alimentos deberán incluir una advertencia en la que se indique que sólo están indicados para personas que tienen un colesterol elevado, se debe destacar además que no son alimentos indicados para quienes no necesitan controlar el nivel de colesterol.
Sin duda, un varapalo para las compañías que comercializaban estos alimentos, muchos consumidores los adquirían pensando en el carácter preventivo, sin embargo, no existe tal prevención, parece ser que algunas investigaciones concluyen que si se consumen sin ser necesarios, pueden causar problemas de salud. El año pasado, el Instituto Federal Alemán de Evaluación de Riesgos (BfR) determinaba que este tipo de alimentos enriquecidos con esteroles vegetales no eran necesarios para las personas sanas, debían ser dirigidos exclusivamente al consumidor objetivo, es decir, a quienes tienen colesterol.
Los estudios han demostrado, y la EFSA lo ha ratificado, que los esteroles de las plantas tienen la capacidad de reducir el colesterol en sangre. Como sabemos, el colesterol elevado es un factor de riesgo en el desarrollo de enfermedades coronarias. Tanto el instituto alemán como otros laboratorios independientes solicitaron a la EFSA que realizara una revisión de la seguridad de este tipo de alimentos para los consumidores en general, tras la revisión se pone de relieve que existen riesgos para la salud.
Al respecto, queremos recordar el post Hipp Babynahrung se alza con Premio a la mentira publicitaria más insolente 2012, de los cinco nominados que optaban a este premio, en tercer lugar se clasificó la margarina Becel pro-activ de Unilever, la organización de consumidores Foodwatch, explicaba que faltaban estudios científicos que descartaran efectos secundarios por la ingesta de este alimento que contribuye a disminuir el colesterol. Esta organización se hacía eco de otras investigaciones que concluían que a largo plazo, el consumo de esta margarina podría incrementar el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas en personas que no tenían colesterol. Es más, de forma irónica Foodwatch declaraba que quizá esta margarina se debería comercializar bajo prescripción médica, la verdad es que se podría decir que tenía bastante razón.
La Unión Europea declara que el propósito de esta nueva reglamentación es garantizar que los productos lleguen al público objetivo y no sean consumidos por quienes no los necesitan, como decíamos, seguramente las ventas de estos productos se reducirán notablemente, ya que algunas personas los consumían creyendo que eran preventivos y positivos. Resulta curioso que la EFSA no evaluara en su momento cómo podían afectar estos alimentos ricos en esteroles a quienes no los necesitan, las compañías que los elaboran han cumplido las normas y no se les puede achacar nada, pero creemos que sí a la EFSA. Parece que se pretende restar importancia al tema al declarar que se trata de un cambio de redacción de menor importancia cuyo objetivo es garantizar que llegue a los consumidores correctos. La realidad es que es un error cometido, desde que se lanzaron estos alimentos funcionales al mercado deberían haber contado con los estudios oportunos y estar etiquetados correctamente, ¿cuántas personas habrán estado tomando estos productos sin necesitarlos y poniendo en riesgo su salud?
A partir del 15 de febrero del próximo año, todos los productos funcionales destinados a la reducción del colesterol deberán portar en las etiquetas los cambios antes citados, podéis leer aquí la nueva normativa.