El Gobierno chino está impulsando una nueva legislación de alimentos transgénicos en China, leyes y reglas que abarcarán todo tipo de cuestiones relacionadas con los alimentos modificados genéticamente. Aunque en la noticia no se habla de los alimentos clonados, no nos extrañará nada que también se contemplen en la nueva legislación, y más sabiendo que los investigadores y expertos del país respaldan la técnica y la promueven como una alternativa efectiva equivalente a los alimentos transgénicos.
Antes de hablar de una nueva legislación de alimentos modificados genéticamente en China, en primer lugar se aprobó el maíz transgénico y posteriormente se aprobó el arroz transgénico. El cambio de política realizado en el país ha sido notorio y evidentemente es imparable, el Gobierno lo aboca a la producción de los denominados nuevos alimentos. Recordemos que en el post China trabaja en la clonación animal, los investigadores mostraban su beneplacito por este tipo de tecnologías, sea biotecnología o clonación animal, como medidas eficaces para abastecer a la población y satisfacer la demanda de alimentos. Los expertos creen que la clonación cuenta con numerosos estudios que la avalan y las posibles y mínimas diferencias que existen entre un animal tradicional y un animal clonado son males menores que no se sopesan.
El Ministerio de Protección Ambiental chino prepara una ley sobre seguridad de los transgénicos a nivel general, no existen datos sobre cuándo se presentará el borrador y cuándo se hará efectiva, posiblemente las compañías biotecnológicas ya se están frotando las manos dada la economía emergente del país y el gran volumen de población. China ha sido un país más cauteloso que Estados Unidos en lo que respecta a alimentación humana con transgénicos, pero eso era antes. Ha habido una transición profunda, en la década de los 90 China permitía que se comercializasen alimentos transgénicos, pero se empezaron a generar dudas en la comunidad internacional y las denuncias de los grupos ecologistas sobre el riesgo de los alimentos transgénicos, terminó cambiando la política vetándolos.
Desde el año 2000 se ha mantenido firme, pero de repente la actitud cambió radicalmente en el año 2009, de ello hablábamos en el post China podría aprobar el arroz transgénico. En sólo un año los cambios han sido muy significativos y ya se ha preparado el terreno para la producción masiva en el plazo máximo de tres años. De todos modos, se ha generado polémica y controversia, ya que se habla de alimentos básicos para una población de 1.300 millones de personas, si resulta que este tipo de alimentos son perjudiciales para la salud a largo plazo, la población estaría condenada. En principio la nueva legislación de alimentos transgénicos en China se podría hacer efectiva para el próximo año, leyes que servirán para fortalecer la investigación científica en este campo.
La legislación no se ha puesto en marcha, pero según denuncia Greenpeace, la venta de arroz transgénico de forma ilegal se está produciendo en los mercados, este tipo de hechos no harán más que agilizar la política de aceptación de transgénicos y como siempre, la excusa utilizada es el abastecimiento alimentario de la población. Retomemos las palabras de Pere Arús, investigador agroalimentario del IRTA (Instituto de Investigación y Tecnología Alimentaria) en la tercera parte del post Ventajas e inconvenientes de los alimentos transgénicos.
El investigador indicaba que el maíz transgénico es hasta un 15% más productivo en zonas donde está presente el taladro, la mayor plaga de insectos que ataca al maíz en todo el mundo. Estamos hablando de sólo un 15% más de productividad, sin embargo, Pere Arús afirma que en aquellos campos de cultivo donde no hay plaga de taladro, los alimentos transgénicos no son más productivos. La conclusión es lógica, en cualquier caso no se podrá satisfacer la demanda alimentaria con transgénicos y en cambio se incrementan los posibles riesgos para la salud.
Pronto tendremos más noticias sobre el avance biotecnológico alimentario en China. Puedes conocer más detalles de la noticia a través de la publicación digital News Xinhuanet.
Foto | Ian Chen