Un grupo de investigadores del Instituto de Agricultura de la Universidad de Tasmania (Australia) y el M.S.Swaminathan Research Foundation (India), han llegado a un acuerdo de colaboración para investigar durante un periodo de tres años, el desarrollo de nuevas variedades de arroz tolerante a la salinidad del suelo a partir de especies silvestres de ambos países. Con ello, los expertos pretenden contribuir a mejorar la seguridad alimentaria, ya que se podría producir arroz en zonas que actualmente no son viables, y por tanto se incrementaría la disponibilidad de las superficies de cultivo.
El arroz es uno de los alimentos básicos y de los más importantes del mundo, dado que es necesario aumentar la producción de alimentos para poder satisfacer las necesidades alimentarias de la población en las próximas décadas, se considera que este proyecto es de vital importancia para alcanzar esta meta. Los expertos explican que Asia es el mayor productor de arroz, pero la producción se va deteriorando año tras año debido a la intrusión del agua de mar o las capas freáticas salinas, que provocan que grandes extensiones de tierra se conviertan en improductivas por su elevado grado de salinidad, amenazando el sustento de muchos agricultores que se dedican al cultivo de arroz.
En la investigación se trabajará con variedades salvajes para que puedan crecer y producirse en las zonas costeras o en zonas con una alta salinidad, estas variedades contarán con rasgos genéticos que les conferirán una elevada tolerancia al estrés resultante de la salinidad. Posteriormente, los rasgos genéticos serán transferidos a las variedades tradicionales y comerciales de arroz mediante técnicas de fitomejoramiento o mejoramiento genético, para que se pueda producir arroz en cualquier región o ambiente salino del mundo. Los expertos comentan que la domesticación y adaptación de las variedades de arroz se ha producido a lo largo de miles de años, pero ahora la necesidad de garantizar la seguridad alimentaria mundial obliga a trabajar con técnicas genéticas que permitan desarrollar rápidamente este tipo de cultivos.
El M.S.Swaminathan Research Foundation es un instituto que cuenta con una gran reputación a nivel internacional en este campo, ya que ha realizado trabajos pioneros sobre plantas tolerantes a la sal en los manglares. De hecho, este instituto desarrolló un sistema de agricultura y pesca en manglares que fue reconocido por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, como una gran solución para la producción alimentaria y un paso más para alcanzar la seguridad alimentaria en las próximas décadas. Recordemos que la salinidad afecta a más de un 20% de los suelos agrícolas del mundo, y representa una amenaza para la seguridad alimentaria a causa del cambio climático, de ahí que se le atribuya gran importancia a este tipo de investigaciones.
Según explican los investigadores, las capacidades y tecnologías desarrolladas a través de este proyecto, tienen el potencial de mejorar en última instancia la productividad agrícola para otros cultivos importantes como la cebada y el trigo, ya que se podrían utilizar las mismas técnicas de fitomejoramiento genético con otros alimentos, aprovechando zonas actualmente inviables para la mayoría de cultivos. En este sentido, merece la pena recordar que en el año 2012, investigadores de la Universidad de Adelaida (Australia) lograron crear una nueva variedad de trigo duro tolerante a los suelos salinos utilizando técnicas genéticas, siendo, según los expertos, la primera investigación de este tipo que conseguía mejorar la tolerancia a la sal de este cultivo, de todo ello hablábamos aquí.
Merece la pena recordar el desarrollo del denominado súper arroz verde, designación otorgada a las nuevas variedades desarrolladas por el IRRI y la Academia China de Ciencias Agrícolas, que cuentan con características específicas e interesantes, resistencia a la extrema sequía, a las altas o bajas temperaturas, a las inundaciones, a los problemas relacionados con los diferentes tipos de suelo, alta salinidad, exceso de hierro, etc. Este arroz verde que tiene la capacidad de adaptarse a las distintas zonas y condiciones medioambientales, se está repartiendo gradualmente, en un plazo de 10 años y entre 20 millones de agricultores. En nuestra opinión, tienen más valor e importancia estas variedades verdes que las que pretenden desarrollar los expertos con esta nueva investigación.
Podéis conocer más detalles del acuerdo de colaboración y los objetivos marcados en la investigación a través de este artículo publicado en la página web del Instituto de Agricultura de Tasmania.
Foto | Ramon Casha