21 reconocidos investigadores europeos han firmado una carta abierta solicitando que no se frene la investigación con transgénicos por razones políticas, advierten que Europa puede perder una posición de privilegio, si no se les permite seguir investigando con variedades modificadas genéticamente que cuentan con los certificados correspondientes que demuestran que son seguras. Explican que si no se les permite seguir trabajando, Europa puede quedarse relegada a últimos puestos en lo que respecta a ciencia y tecnología.
Los investigadores consideran que los responsables políticos deben tomar una postura favorable sobre los temas científicos. En esta carta abierta enviada a los políticos se reivindican tres puntos, mantener la financiación e incluso aumentarla en el campo de la ciencia aplicada a las plantas, a fin de poder desarrollar nuevas variedades que sean resistentes al cambio climático. Solicitan que los investigadores que trabajan con cultivos modificados genéticamente, puedan realizar sus experimentos en campo abierto, ya que en la mayoría de los países europeos están bloqueados.
El tercer punto de esta carta pide que Europa permita la autorización inmediata de las variedades transgénicas que han sido validadas como seguras por las autoridades competentes (EFSA). Los 21 investigadores explican que de los políticos que decidan hacer caso omiso de este mensaje que se les envía, no se puede decir que se tomen la ciencia y la investigación en serio.
Parece que se pretende que se tome ejemplo de los políticos y asesores del Reino Unido. El pasado mes de marzo los asesores científicos del país presentaron al Primer Ministro británico, David Cameron, un informe en el que se instaba a eliminar las reglamentaciones que pesan sobre los cultivos transgénicos, considerando que deben regirse por las mismas regulaciones a las que son sometidos los cultivos tradicionales. En este informe, del que podéis conocer más detalles aquí, se concluía que era prioritario llevar a cabo acciones como la de aprobar unilateralmente el crecimiento de este tipo de cultivos en todo el Reino Unido, ya que se corre el riesgo de sufrir una restricción de alimentos. Por ello se persigue que se evalúe cada cultivo transgénico de forma individual, de un modo similar a la forma en que se evalúan los productos farmacéuticos.
Como sabemos, en el Reino Unido algunos políticos apuestan firmemente por los cultivos modificados genéticamente, durante los dos últimos años hemos conocido noticias como las declaraciones del Ministro de Medio Ambiente, Alimentación y Desarrollo Rural del país, declaraba que oponerse a los alimentos modificados genéticamente es una tontería. El Ministro declaraba también que la industria alimentaria debía promover los alimentos transgénicos. Otras personalidades, como el presidente de la APPG (Organización Parlamentaria de todos los partidos y el Grupo de Elaboración de Bebidas del Reino Unido), declaraba que era necesario que los políticos promovieran los alimentos transgénicos, como vemos el bombardeo para que se dé vía libre a los alimentos modificados genéticamente ha sido incesante.
Según leemos aquí, los activistas en contra de los transgénicos también se pronuncian y argumentan que la ciencia no es el único criterio que se debe adoptar a la hora de que un alimento modificado genéticamente reciba el visto bueno. Explican que otros factores como los sociales, la ética o la justicia son perfectamente válidos en la política que rige la agricultura y la alimentación. Los activistas reivindican el derecho a decidir sobre el cultivo de unos alimentos que pueden perjudicar al medio ambiente, o ser controlados por quienes poseen las patentes.
No sabemos si los investigadores recibirán una respuesta a la carta abierta que han enviado, lo correcto sería que la recibieran y que los políticos argumentarán las razones por las que se frenan los cultivos y ensayos transgénicos, será un modo de demostrar que estas acciones no están sujetas únicamente a motivos políticos y que existen muchas otras razones para hacerlo.
En este enlace (Pdf) podréis leer la carta y conocer a los investigadores que la han firmado.
Foto | Muffet