El pasado mes de julio Italia anunciaba la prohibición del cultivo de maíz transgénico Mon 810, con esta acción el país se posicionaba mostrando un compromiso claro sobre los alimentos modificados genéticamente. Con esta medida se aplicaba el principio de precaución y se buscaba proteger la agricultura italiana basada en la biodiversidad, por supuesto, la decisión no fue bien recibida por todos los países comunitarios, se consideró que se trataba de un decretazo contra los transgénicos.
Hoy podemos saber que la EFSA considera que no existen evidencias científicas que apoyen la prohibición del maíz Mon 810 en Italia, el dictamen científico de la EFSA (Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea) se produce tras realizar una evaluación de las pruebas que fueron presentadas ante la Comisión Europea por Italia, recordemos que estas pruebas se basan en los datos de un estudio desarrollado por el Consejo para la Investigación y Experimentación en Agricultura y un estudio del Instituto Técnico y Científico para la Investigación y Protección Ambiental.
En ambos estudios se destacaba el impacto negativo de los cultivos transgénicos sobre la biodiversidad, también se apuntaban posibles riesgos para los organismos acuáticos. La EFSA indica que la preocupación italiana no tiene razón de ser, ya que las cuestiones que se han argumentado, fueron evaluadas en investigaciones anteriores y los resultados determinaban que no existían motivos de preocupación.
La EFSA concluye que no existen pruebas que respalden la prohibición italiana, recordemos que ésta se basó en una medida de emergencia adoptada en virtud del Artículo 34 de la Regulación de la Comunidad Europea Nº 1829/2003, por otro lado recalca que no existen evidencias que puedan invalidar las evaluaciones e investigaciones que se han realizado anteriormente por la EFSA en torno al maíz transgénico Mon 810. Vuelve a ratificar que este alimento modificado genéticamente no supone un riesgo para la salud humana, animal o para el medio ambiente, algo necesario para poder aplicar la mencionada medida de emergencia.
La Comisión de Transgénicos de la EFSA ha analizado toda la documentación que ha aportado Italia, se esperaban nuevos datos científicos que pudieran invalidar las conclusiones emitidas por la agencia, pero no ha encontrado nada nuevo, por lo que la medida de emergencia adoptada no tiene razón de ser y prevalecen las que en su momento ofreció la Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea. La prohibición de facto aplicada por Italia sobre el cultivo de alimentos modificados genéticamente es incompatible con la legislación europea, algo que reconoció en su momento el Ministro de Agricultura Italiano, pero declaró que no creía que la Comisión Europea pudiera abrir un procedimiento de infracción contra el país, la razón es que la CE no ha tomado medidas en casos anteriores similares, en los que un país ha vetado este tipo de cultivos y ha aplicado el principio de precaución.
Ahora veremos si la CE mueve ficha y decide iniciar un procedimiento de infracción, o si por el contrario dejará correr el tema, si se iniciase un procedimiento, la CE estaría obligada a realizar lo mismo con otros países, en caso contrario, podría servir para que otros países terminaran aplicando la prohibición de los cultivos modificados genéticamente. La EFSA ratifica que no existen pruebas científicas que apoyen la prohibición del maíz transgénico en Italia, también considera que otras preocupaciones como la coexistencia entre cultivos transgénicos y otros cultivos, es algo que queda fuera de sus competencias. El dictamen científico puede que no sirva de nada, es difícil creer que Italia reconsidere su posición, pero no es improbable. Podéis conocer más detalles sobre el estudio y el dictamen emitido, a través del artículo publicado en la EFSA.
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