Es una lástima, acabamos de conocer que en la CITES (Convención sobre el comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestres) que se celebra en Doha (Qatar), se ha impuesto el no a la prohibición del comercio internacional de atún rojo. De nada han servido los informes científicos que alertan sobre el peligro que se cierne sobre el atún rojo, el respaldo ofrecido por algunos países que sí perciben la delicada situación del atún o el aval de la Comisión Europea para la prohibición.
la negación de la prohibición del comercio de atún rojo es una clara victoria de quienes poseen intereses económicos en torno al atún, pero hay que decir que se trata de una victoria a corto plazo, ya que el árbol que tienen delante no les deja ver el bosque que hay detrás, el atún corre ahora más riesgos de extinguirse y la recuperación posterior sería muy complicada o prácticamente imposible. María José Cornax, investigadora de Oceana, una organización internacional que trabaja para la protección y recuperación de las especies de los océanos del mundo, manifiesta que aún queda una posibilidad de que la propuesta pueda ser retomada en los próximos debates, recordemos que la CITES no concluye hasta el 25 de marzo.
El caso es que da la impresión de que se haya realizado un movimiento político sobre esta cuestión, al parecer se realizó la votación antes de lo previsto gracias a la acción del delegado de Libia. Antes de la votación se realizaron repetidas llamadas para que los miembros de todos los países estuvieran presentes a la hora de votar la propuesta que realizó Mónaco en julio del año pasado en la ICCAT (Comisión Internacional para la Conservación de Atunes), la prohibición del comercio internacional de atún rojo, de ello hablábamos en el post ¿El atún rojo no se comercializará en 2010?
La votación se realizó faltando varios representantes y los resultados fueron los siguientes, 43 votos a favor, 72 en contra y 14 abstenciones, teniendo en cuenta que la votación debería haber contado con la presencia de representantes de 175 Gobiernos, no estuvieron presentes 56 delegados, o bien ha sido de manera intencionada o no les importaba el tema en absoluto. Decíamos que María José Cornax cree que todavía queda una posibilidad, personalmente creemos que la decisión que prevalecerá será la resultante de la votación.
Los debates se han realizado desde hace algunos años y en varias ocasiones se han mostrado buenas intenciones que no casan con la realidad de las actuaciones, sería interesante conocer qué delegados no han estado presentes en la votación y qué motivos han argumentado para ello. Los delegados han acudido a la CITES con un propósito y no para hacer novillos y saltarse las reuniones y votaciones. Por otro lado, es incomprensible que un único delegado pueda forzar una votación, ¿acaso no se podía posponer hasta que estuvieran presentes todos los miembros?
En su momento ya indicamos que el resultado de la reunión podría no ser favorable, hecho que complicaría seriamente poder alcanzar el objetivo deseado. Realmente es lamentable, los intereses económicos prevalecen a la supervivencia de una especie, sólo podemos esperar que la primera granja para la crianza de atún rojo en Cádiz tenga éxito y que posteriormente se implanten otras granjas similares, será la única alternativa para poder preservar los pocos ejemplares de atún que queden en libertad y garantizar el abastecimiento mundial del atún.
Estaremos atentos a la información que nos proporcione Oceana.