Nestlé pide que se suavice la legislación sobre alimentos transgénicos para poder hacer frente a la continuada subida de precios que están sufriendo algunos productos agroalimentarios. Nestlé indica que no se puede alimentar el planeta si no se da luz verde a los alimentos transgénicos, una solicitud que se conjuga con las declaraciones que realizan algunos expertos en las que indican que los alimentos transgénicos serían una solución tecnológica efectiva para paliar la actual situación alimentaria.
Nestlé afirma que los alimentos modificados genéticamente son seguros e incluso afirma que más que los productos ecológicos o biológicos. Realmente nos han sorprendido estas declaraciones que parecen ser una declaración de guerra contra quienes promueven el consumo de productos ecológicos. Nestlé afirma además que la oposición que muestran los países comunitarios frente a los productos transgénicos ha provocado que en algunos países subdesarrollados no se aplique esta tecnología, algo que no les beneficia en absoluto en cuanto a desarrollo agroalimentario se refiere.
Son declaraciones de las que deducimos que a Nestlé tan sólo le interesa poder trabajar con materias primas más baratas (como son los alimentos modificados genéticamente) y mantener su buen rumbo económico. Nosotros no estamos en contra de los alimentos transgénicos, siempre que exista un respaldo y consenso científico a nivel mundial sobre su inocuidad.
No nos fiamos de los informes que puedan proporcionar las empresas privadas, podemos recordar por ejemplo el post Alimentos modificados genéticamente, ¿una solución efectiva?, en él mostrábamos cómo un maíz diseñado por Monsanto y con los correspondientes informes positivos, era comercializado en Europa. Una investigación del CRIIGEN (Comité de Investigación e Información Independientes sobre la Ingeniería Genética) terminó poniendo al descubierto los verdaderos efectos del maíz en el organismo, aumentaba el azúcar en sangre, el peso del hígado, etc.
Pero sin desviarnos del tema, resulta bastante lamentable que se realicen unas declaraciones como las que hemos conocido. Son numerosos los estudios que respaldan los beneficios de la alimentación y la producción ecológica, sobre el medio ambiente, sobre el organismo humano… Nestlé obvia claramente estos estudios y se deja guiar sobre todo por los intereses económicos asociados a los alimentos transgénicos.
Será cuestión de recordar que no hace mucho, las grandes empresas promovían el estilo de vida saludable y firmaban una Carta para la salud y el bienestar (Nestlé también firmó) en la que se comprometían a promover y educar a los consumidores sobre el estilo de vida más sano y adecuado para el buen funcionamiento del organismo.
El presidente de la Asociación Europea de Marcas indicaba que las marcas pueden jugar un papel fundamental a la hora de mejorar la salud de los consumidores, animándoles a probar las alternativas más saludables. Entonces ya indicábamos que claramente se trataba de un movimiento de marketing, las dificultades para que se introduzcan los alimentos transgénicos en Europa han obligado a mostrar la verdadera cara de Nestlé.