Acabamos de leer una curiosa declaración de Hans John, director corporativo de agricultura sostenible de Nestlé, y presidente honorífico de la Plataforma SAI (Iniciativa de Agricultura Sostenible), se trata de una plataforma creada por la industria alimentaria y cuyo principal objetivo es apoyar el desarrollo de la agricultura sostenible en todo el mundo. Claro, que el punto de vista relacionado con la agricultura sostenible está relacionado con la productividad, la competitividad y la eficiencia, así mismo se habla de mejorar la protección del medio ambiente y las condiciones socioeconómicas de las comunidades locales. El caso es que Hans John asegura que los transgénicos no se utilizan si el consumidor no quiere, algo que dudamos, basta con citar como ejemplo lo ocurrido en Brasil, a pesar de la legislación vigente, algunos alimentos producidos por la compañía contenían una gran cantidad de soja transgénica.
El director corporativo declara que existen una gran cantidad de tecnologías que permiten producir alimentos que no son transgénicos, pero apunta que los alimentos modificados genéticamente son una herramienta a tener en cuenta, de hecho, se indica que con ellos se obtendrían más beneficios siempre que se produjeran de forma sostenible. Es como si hablara de alimentos transgénicos ecológicos. De hecho, algunos expertos, en otras ocasiones, han pedido a los agricultores ecológicos, que reconsideren la fórmula de combinar los beneficios de la agricultura ecológica y los beneficios de los cultivos transgénicos, al respecto será interesante retomar la lectura del post Cultivar alimentos transgénicos de forma ecológica. ¿Los consumidores piden y Nestlé concede?, esto es difícil de creer.
Nestlé, en este caso Hans John, dice que la compañía tiene una forma sencilla de ver los transgénicos, escucha al consumidor y si no los quiere, simplemente no los utiliza. Claro que esta afirmación sólo se cumplirá si la mayoría de los consumidores lo demanda, algo que no ocurre, en la balanza, los consumidores que piden el rechazo pesa mucho menos (a pesar de que cada día se suman más) que el grupo formado por los consumidores que están de acuerdo en utilizarlos, que no se pronuncian o que simplemente no saben ni quieren saber, por lo que la deducción es que seguirán utilizándolos. Además del ejemplo brasileño, podemos citar la última revisión de La Guía Roja y Verde de los Alimentos Transgénicos, muchos productos de esta compañía se encuentran en la guía roja.
Hans John cambia de tema y habla de la sostenibilidad del agua, un preciado recurso del que la agricultura consume hasta un 70%, nos explica que el uso sostenible del agua es vital, en eso estamos de acuerdo, apostilla además que podría ofrecer muchos más beneficios que lo que pueden ofrecer los organismos modificados genéticamente. Por ello la compañía se ha asociado con empresas que pueden descontaminar las aguas residuales para reutilizarlas en la agricultura. A medida que leemos sus declaraciones, parece que está mezclando dos conceptos, por un lado asegura que los transgénicos son una herramienta valiosa y por otro los desestima a favor del uso sostenible del agua.
En la entrevista que hemos podido leer se sigue haciendo hincapié en el trabajo que la compañía está realizando con el agua, midiendo su huella en relación al uso en la producción y en la cadena de suministro. Concluye que muchos agricultores necesitan ser educados en su uso sostenible. Al respecto, recomendamos leer el post Agua Virtual, en su lectura destacábamos la opinión de John Anthony, profesor del Reino Unido que fue galardonado en el año 2008 con el Premio Estocolmo del Agua. El experto cree firmemente que compañías como Coca Cola o Nestlé son las que realmente manejan el agua y en el origen de la gestión, los agricultores son los que más utilizan el recurso, el profesor declara que estos se creen los dueños del agua pudiendo utilizar toda la que necesiten, ya que gracias a ellos podemos alimentarnos.
Con respecto a la declaración que argumenta que los consumidores deciden en materia de transgénicos, hay que destacar que el año pasado Nestlé se hacía eco de los problemas asociados a los alimentos ecológicos, la dirección de la compañía daba todo tipo de argumentos a fin de restarles credibilidad, lo dicho, la compañía parece una veleta y cambia de postura a conveniencia sin tener memoria de lo declarado anteriormente.
Foto 1 | Marfis75