La filial del grupo Nestlé realizó una buena apuesta con la venta de café de lujo en cápsulas Nespresso, sus números han crecido significativamente llegando a facturar hasta un 40% más el pasado año, este hecho obligó a la empresa a ampliar los puntos de venta con siete nuevas boutiques de café. El nivel de exigencia de los amantes del café es cada vez mayor, a esto deberemos añadir la comodidad o la rapidez, todos estos aspectos conjugados permiten que empresas como Nespresso crezcan rápidamente.
España es un país cada vez más cafetero, así lo indica la estadística facilitada por el Eurostat, los españoles consumimos actualmente casi tanto café como los franceses o los italianos, los datos facilitados por la FEC (Federación Española de Café) indican que llegamos a consumir una media de casi 600 tazas de café al año por persona y la mayoría de esas tazas se disfrutan en la oficina o en el domicilio, dato que contrasta con el norteamericano, donde la mayoría del café que consumen, se hace fuera de sus hogares.
Parece ser que el secreto del éxito radica, además de en la mezcla y la calidad del café, en la automatización, es decir, las máquinas Nespresso emulan a las máquinas de vending, son una conjugación de las cafeteras convencionales y de las vending. También juegan un papel fundamental, la exclusividad y la elevada condición gourmet del café. Evidentemente, por muy buenos que resulten los datos para la empresa, no lo son tanto para los consumidores, ya que además del alto coste de la cafetera, debemos añadir el elevado precio del kilo de café, nada menos que unos 32 euros.
La exclusividad juega en contra de los usuarios, no podemos elegir otros cafés y forzosamente debemos adquirir las cápsulas de café de la marca, no son muchos los que piratean las capsulitas reutilizándolas como se muestra en el vídeo y tampoco hay garantías que indiquen que esto no terminará estropeando las cafeteras. En fin, a pesar de los inconvenientes que los consumidores pueden encontrar, terminan claudicando ante el café de Nespresso.
Pero pensándolo fríamente, lo que parece caro quizás no lo sea tanto, si tenemos una cafetera de esas similares a las que se encuentran en las cafeterías, podremos comprobar que utilizamos hasta tres veces el contenido de la cápsula para preparanos un café. Un paquete de café de 250 gramos equivaldría a unas 25 cápsulas Nespresso y por tanto a 25 cafés, en cambio, con la cafetera convencional o con la cafetera express obtendríamos entre 10 y 15 cafés, aunque todo dependería de lo ahorrativo que fuera el usuario, pero de todos modos, el despilfarro es significativamente mayor.
Aquí se puede aplicar el dicho aquel que dice “lo barato sale caro” y más en un monopolio.
Vía | Swissinfo