La negrilla o fredolic (Tricholoma terreum) es uno de los hongos que habitualmente recolectamos en nuestros paseos otoñales por los bosques de la localidad y el entorno de Fredes (Castellón), en muchas ocasiones los encontramos formando grupos o rodales en las zonas de bosque más húmedas y resguardadas de los rayos solares, los que aparecen en la fotografía concretamente estaban sobre un manto de musgo.
La negrilla o fredolic es una seta que suele aparecer con el cambio de tiempo, el frío es su carta de presentación, de ahí que en catalán, a la negrilla se la llame fredolic (friolero). La negrilla se caracteriza por ser una seta pequeña comparada con un níscalo, con un sombrero de un máximo de 8 centímetros de diámetro, aunque hay que decir que en algunas ocasiones hemos encontrado negrillas realmente espectaculares, seguro que más de un buscador de setas podrá dar testimonio de ello.
Su sombrero es de color gris, un color que puede variar significativamente de tonalidad,de un gris claro a un gris ceniza oscuro con matices pardos, algo que dependerá de su ubicación y la luz que haya incidido en ella.
Otro dato a tener en cuenta son las distintas especies de negrilla que podemos encontrar en zonas de pinares o en carrascales, pero al final todas se catalogan del mismo modo y se consumen igual. La carne de la negrilla es de color blanco y tiene un gran sabor, aunque evidentemente no es la reina de las setas y ante la abundancia de otras variedades como los níscalos, ceps o llanegas blancas, etc., siempre nos decantaremos por estás últimas. Por último decir que las negrillas son ideales para disfrutar en todo tipo de guisos, sopas, de haberlo sabido, las hubiéramos utilizado para acompañar la receta de judías pintas con pisto que hemos comido antes del paseo.
Como decíamos en el post Empieza la temporada de las setas, la zona donde recolectamos nuestras setas no es tan madrugadora como otras y es ahora cuando podemos empezar a disfrutar de buenas recolecciones. Las salidas semanales servirán para engalanar y disfrutar en nuestra mesa con uno de los sabores más característicos del otoño, el sabor de las setas.