Naranja confitada

Hoy os queremos enseñar algo tan simple como la Naranja confitada pensando que a muchos de vosotros puede sucederos lo mismo que a nosotros, un dulce tan rico como la Coca de San Juan pierde cualidades por culpa de la fruta confitada o escarchada que le ponen en algunos establecimientos, son piezas sin forma de fruta en la mayoría de ocasiones, sólo sirven para dar color, fastidiar un trozo de coca, empalagar y ofrecer una textura de chicle con pegamento. Perdón, pero es que no la soportamos, y mucho menos sabiendo lo fácil que es hacer la fruta confitada en casa, sólo es necesaria la fruta natural, agua, azúcar y calor.

Igual que hacemos para confitar naranjas, podríamos hacer con otras frutas, y éstas sí que enriquecen nuestra Coca de Sant Joan, tartas, pasteles o el postre a la que queramos destinar esta elaboración. Nuestra elaboración de naranja confitada es muy sencilla y relativamente rápida (hay otras fórmulas que realizan blanqueados y más horas de cocción), así que si queréis la fruta confitada más natural y con el propio sabor de la fruta subida de dulzor, os animamos que probéis con esta.

Ingredientes

  • 1 naranja
  • 250 gramos de azúcar
  • 200-220 gramos de agua. (Si haces dos, tres o más naranjas, aumenta proporcionalmente la cantidad de azúcar y agua).

Elaboración

Lava bien la naranja y córtala en rodajas de medio centímetro de grosor aproximadamente. Pon el azúcar y el agua en un cazo, éste debe ser amplio para que las rodajas de naranja no estén amontonadas, conviene que estén lo más sueltas posible, superponiéndose en dos capas como mucho y cubiertas durante la cocción por el almíbar.

Pon el cazo al fuego y cuando empiece a hervir incorpora las rodajas de naranja, bajará la temperatura porque las naranjas están frías, pero deja que se recupere y entonces baja el fuego a un punto en el que burbujee lo mínimo. Entonces deja cocer durante dos horas aproximadamente, hasta que la naranja esté bien confitada, la pulpa se vea muy brillante, con una tonalidad naranja más intensa pero transparente al contraluz.

Cuando la naranja confitada esté hecha, escúrrela y ponla sobre la coca o tarta si ese es su destino, el horno la secará un poco y quedará bien tersa. Otra opción es guardarla en un tarro bien cerrado con su almíbar y reservarla en el frigorífico (una vez que se haya enfriado) para utilizarla cuando convenga.

Otra forma de disfrutar de estas naranjas confitadas es sacarlas de su almíbar (que podrás aprovechar para regar una macedonia, hacer un merengue italiano aromatizado, acompañar un flan…) y secarlas en el horno a baja temperatura, hasta que estén ligeramente crujientes, así, o medio bañadas posteriormente con chocolate, son una delicia.

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