Guisar unos muslos de pollo que nos permitan mojar pan, y terminar comiendo con las manos y chupándonos los dedos es uno de los mejores placeres, aunque tengamos que reprimir esto último por el motivo que sea, el pollo es una carne blanca deliciosa que acepta muy bien distintos condimentos, salsas y acompañamientos. Como os hemos dicho en tantas ocasiones, podríamos comer pollo todos los días del año y no repetir plato, aunque en muchos casos lo de repetir se puede convertir en una necesidad, porque salen recetas tan ricas como la de estos Muslos de pollo a la crema con espinacas.
Las especias son un ingrediente básico para este guiso de pollo, para hacerlo tenéis que preparar primero una sencilla mezcla de ellas, aunque quizá ya la tenéis en vuestra despensa porque la receta del condimento de orégano e hinojo lo compartimos con vosotros hace ya un par de años, como veis, es uno de los que nos gusta repetir, y esperamos que a vosotros también si lo habéis probado. En fin, os dejamos con la receta de pollo a la crema con espinacas y anacardos, y esperamos que disfrutéis tanto como nosotros saboreando este plato.
Ingredientes (4 comensales)
- 8 muslos de pollo pequeños o 4 grandes
- 1 trozo de raíz de jengibre del tamaño de una nuez
- ½ cebolla morada
- 2 dientes de ajo
- 1 c/p de condimento de orégano e hinojo (ver receta)
- una pizca de nuez moscada
- pimienta negra recién molida
- 350 gramos de leche evaporada
- 3-4 puñados de hojas de espinacas frescas
- un puñado de anacardos tostados sin sal
- c/n de sal
- c/n de aceite de oliva virgen extra
- una pizca de ñora molida (opcional).
Elaboración
Retira la piel de los muslos de pollo, para hacerlo puedes utilizar papel del rollo de cocina, separa un poco la piel por la parte más gruesa y después, como si quitaras un calcetín, tira de la piel con el papel para que no se resbale y no se rompa.
Pon una cazuela baja o una sartén amplia a calentar con un poco de aceite de oliva virgen extra. Sala los muslos de pollo y dóralos en la cazuela por todos los lados a fuego fuerte. Llegado ese punto baja el fuego, deja que la cazuela pierda temperatura e incorpora el jengibre picado en brunoise, la cebolla morada picada en dados y los ajos en camisa.
Rehoga unos minutos, hasta que la cebolla esté tierna, y entonces incorpora la mezcla de especias de orégano e hinojo, la pimienta negra recién molida y la nuez moscada. Seguidamente añade la leche evaporada y un poco más de sal. Mueve con la cuchara de madera o la espátula para que todo esté bien mezclado y deja cocer a fuego medio, con la cazuela semi tapada, durante unos 20 minutos o hasta que la carne empiece a separarse del hueso.
El tiempo de cocción puede variar según el tamaño de los muslos de pollo, también depende del tiempo que haya estado dorando el pollo antes de añadir la leche evaporada, pero es fácil saber cuándo está cocinado el pollo. Y mientras se hace, lava y escurre bien las hojas de espinaca, puedes elegir las más pequeñas y tiernas.
Cuando el pollo esté en su punto, incorpora las hojas de espinacas poco a poco, pues en principio tienen mucho volumen, pero en cuanto están en contacto con el calor empiezan a menguar. Haz que se impregnen bien con la crema del guiso, puede ayudarte tapar previamente la cazuela para que la condensación del calor reduzca el volumen.
Por último, incorpora los anacardos tostados y mezcla con el guiso. Apaga el fuego.
Acabado y presentación
Sirve el guiso de pollo a la crema en platos un poco hondos, puedes colocar las espinacas en la base, a continuación el muslo de pollo y terminar salseando con la crema. Para darle un toque de color, espolvorea un poco de ñora molida. ¡Buen provecho!
Abreviaturas
c/s = Cuchara sopera
c/p = Cuchara de postre
c/c = Cuchara de café
c/n = Cantidad necesaria
2 comentarios
Las recetas de pollo son siempre recetas que gustan a la mayoría. Probaré estas, y ya os diré el éxito que he tenido con mis clientes
Esperamos que los disfrutéis!!
Saludos