Las temperaturas han bajado mucho en cuestión de días, se anuncia el otoño y las cocinas ya están preparadas para recuperar la cocina tranquila, las cocciones lentas y largas que perfuman cada rincón del hogar. Empezamos los guisos con este Morcillo con chalotas y glaseado de garnacha, un plato principal muy sabroso y no extremadamente contundente. Es una carne de añojo, sabrosa, y cuidadamente cocinada es una auténtica gozada para el paladar.
El morcillo, también llamado jarrete (generalmente cuando la pieza está entera y con su hueso), u ossobuco cuando está cortada con hueso pero de forma transversal, es un corte de carne que se encuentra a buen precio y es muy apropiado para hacer todo tipo de guisos, como esta sencilla receta de Morcillo. Esperamos que os guste.
Ingredientes (4 comensales)
- 800 gramos de morcillo de añojo
- 12 chalotas
- 100 ml. de vino de garnacha
- 150 ml. de caldo de ave (puede ser caldo de carne)
- pimienta negra recién molida
- una pizca de tomillo
- media cucharadita de pimentón dulce
- aceite de oliva virgen extra
- sal.
Elaboración
Corta el morcillo en taquitos de un tamaño máximo de dos bocados, pela las chalotas y resérvalas enteras. Pon al fuego una cazuela cubriendo la base con aceite de oliva, cuando esté caliente marca el morcillo por todos los lados para que se dore, a continuación incorpora las chalotas y salpimenta al gusto.
Añade seguidamente el vino y cuece a fuego lento, con la cazuela tapada, hasta que se reduzca a la mitad, en ese momento añade el caldo y prosigue la cocción a fuego lento durante aproximadamente una hora. Si se quedara sin caldo antes de tiempo, añádele un poco más, y antes de que se haga el glaseado añade un poco de tomillo y pimentón dulce al guiso.
En los últimos minutos, destapa la cazuela y deja reducir el jugo hasta que el azúcar del vino se haga brillante y denso, moviendo de vez en cuando la carne para que se impregne en la garnacha completamente. El tiempo total de cocción puede rondar la hora y media, según la cazuela utilizada, pero así se conseguirá una carne que se deshará en la boca.
Emplatado
Sirve el morcillo con las chalotas y su glaseado de garnacha, puedes acompañar este plato con unas patatas al gusto, al horno y con piel son una delicia. ¡Buen provecho!