Monsanto pierde la demanda contra el Gobierno Alemán, el tribunal de Brunswick (Alemania) le da la razón al Ministerio de Agricultura del país y se mantendrá el veto contra el maíz Mon 810. Hace unas semanas Alemania prohibía el cultivo del maíz transgénico basándose en las pruebas e investigaciones científicas que mostraban que el maíz podía causar daños al medio ambiente y ser nocivo para el ser humano.
Monsanto había aportado diferentes estudios e informes que indicaban todo lo contrario para intentar decantar la decisión de la responsable del Ministerio de Agricultura alemán Ilse Aigner, aunque su principal argumento era la aprobación del producto transgénico por parte de la Unión Europea hace varios años. Sin embargo, pesaron mucho más los informes proporcionados por el Instituto para la Protección del Medio Ambiente o el Instituto federal Julius-Kühn y finalmente se prohibió el cultivo del maíz modificado genéticamente.
Monsanto declaró posteriormente que la decisión alemana era injusta afirmando que el maíz Mon 810 era seguro y volvía a mencionar las numerosas investigaciones realizadas por la empresa y por otros organismos demostrando su supuesta completa inocuidad. Monsanto esperó unos días antes de iniciar acciones legales contra el Gobierno alemán, creíamos que estas acciones se realizarían directamente a través de la Unión Europea, pero no ha sido así. En un principio Monsanto presentó una demanda en el Tribunal Contencioso-Administrativo de Brunswick que, como ahora sabemos, no ha prosperado.
El tribunal de Brunswick, tras estudiar toda la documentación ha corroborado la decisión de la Ministra de Agricultura alemana indicando que las investigaciones aportadas muestran que el maíz Mon 810 produce una sustancia tóxica que resulta perjudicial especialmente para distintos grupos de insectos. De todos modos es sólo una batalla perdida y quizá Monsanto termine logrando su objetivo, que Alemania cultive nuevamente el maíz transgénico. Decimos esto porque el Ministerio de Ciencia e Investigaciones del país, aprueba el maíz y el desarrollo de la agricultura transgénica y por tanto, se opone a la prohibición del cultivo. Monsanto, por supuesto, ha calificado esta decisión de “arbitraria y no basada en argumentos científicos convincentes».
El Ministerio de Ciencia e Investigaciones alemán ha convocado para el próximo 20 de mayo una mesa redonda con el fin de analizar el futuro de los cultivos transgénicos, en ella tomarán parte Monsanto, científicos e investigadores, empresas, productores, representantes religiosos, etc. La idea posiblemente sea la de obtener un veredicto favorable que pueda ejercer presión sobre la decisión adoptada.
Monsanto iniciará en breve nuevas acciones judiciales a través Tribunal Administrativo Superior de Luneburgo, y dependiendo del resultado, posiblemente decida iniciar acciones legales nuevamente pero esta vez a través de la Unión Europea, que como sabemos, es la responsable de aprobar el cultivo del maíz Mon 810.
Veremos como acaba el culebrón del maíz transgénico Mon 810, mientras tanto, las patatas transgénicas en Alemania son la nueva diana de los grupos ecologistas.
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