Monsanto afirma que el maíz Mon 810 es seguro y critica la postura que acaba de adoptar Alemania, pero entremos en detalles. Ayer nos hacíamos eco de una noticia de gran importancia en la lucha contra los alimentos transgénicos, Ilse Aigner, la responsable del Ministerio de Agricultura alemán, anunciaba que Alemania prohibiría el cultivo de maíz transgénico Mon 810 y que a partir del próximo verano ya no se podría cultivar en suelo alemán el mencionado maíz.
Evidentemente la respuesta facilitada por la empresa de biotecnología no puede ser otra, Monsanto certifica la seguridad del maíz Mon 810 y para tal aseveracion se basa en las “numerosas” investigaciones científicas que se han realizado en las que se concluye la total inocuidad para el medio ambiente y la salud humana. Hay que decir que la mayoría de los estudios a los que hace referencia la empresa han sido realizados por la misma y sus conclusiones contrastan totalmente con las investigaciones realizadas por otros organismos y laboratorios independientes.
Monsanto además se aferra a uno de los mayores errores cometidos por la Unión Europea, la aprobación del maíz Mon 810 por la UE en 1998, aprobación que no tuvo en cuenta aspectos tan fundamentales como los posibles efectos a largo plazo sobre la salud humana o medioambiental. Monsanto cree que la decisión del Ministerio de Agricultura alemán se basa en argumentos equivocados y sin la solidez adecuada para poner en duda la inocuidad del maíz.
Resultaría muy sencillo demostrar que el Maiz Mon 810 es totalmente seguro, bastaría con que Monsanto facilitara toda la información relacionada con el maíz y permitiera que cualquier investigador analizara los datos y desarrollara estudios paralelos, si realmente es inocuo cualquier investigación llegaría a la misma conclusión.
Monsanto recuerda que una suspensión temporal por parte de un estado miembro sobre un producto aprobado obliga al país a proporcionar las correspondientes investigaciones científicas que muestren la posible peligrosidad del producto, algo que según la compañía, Alemania no ha proporcionado (y algo que en nuestra opinión es totalmente incierto y absurdo).
La ministra alemana basa su decisión en las pruebas que están en su poder y que muestran que el maíz MON 810 afecta y deteriora el medio ambiente, pruebas cuyos resultados son idénticos a los estudios realizados por otros laboratorios y organismos. Recordemos los resultados en los que se basó el Gobierno de Francia para prohibir el cultivo de Mon 810 en suelo francés. Además hay que tener en cuenta las nuevas investigaciones realizadas por el Laboratorio de Embriología Molecular de la Universidad de Buenos Aires en las que se concluye que el glifosato es muy tóxico para los seres humanos. Recordemos que el glifosato es el principal componente activo del herbicida Roundup, herbicida muy asociado a los cultivos transgénicos como sería el caso del Mon 810, con lo que podríamos agravar la peligrosidad del maíz en cuestión.
Monsanto por el momento espera, su última carta sería iniciar acciones legales contra el Gobierno alemán a través de la Unión Europea para obligar a que nuevamente sea permitido el cultivo del maíz al haber sido aprobado por la Unión Europea, y no tardará mucho en iniciarlas… quizá es demasiado pronto para celebrar el triunfo alemán.
Para concluir, nos gustaría recordar el post A debate la legislación europea de transgénicos, en este artículo se hablaba de la propuesta holandesa de permitir que cada país pudiera tomar sus propias decisiones sobre el cultivo o importación de alimentos transgénicos, algo que José Manuel Durao Barros, presidente de la CE, no está dispuesto a plantearse. Nosotros apoyamos este planteamiento y que cada país decida lo mejor para sus ciudadanos en esta materia.
6 comentarios
Me temo que esto ya es un tema de posiciones y que tanto a creyentes como descreidos se la trae al pairo los estudios que no reafirmen su propia opinión.
En otros casos os lo he comentado, no todos los estudios científicos tienen el mismo valor, existe una escala de niveles de evidencia. Y las deciciones se toman contrastando los niveles de evidencia de los estudios disponibles.
Un estudio epidemiológico sirve para poco más que señalar la necesidad de más estudios en una dirección u otra. Frente a un estudio doble ciego que puede ser suficiente como para prohibir la comercialización de un producto.
En cualquier caso es curioso cómo la población acepta bien los tratamientos médicos genéticos pero no los OMG 😉
En cuanto al glifosato, frente al estudio que apuntáis, hay estudios que dicen lo contrario: no es carcinogenetico, teratogenico, mutagenico y de hecho se escoje frente a otros herbicidas porque además es biodegradable, con una vida media de 6 a 21 días… pero claro, serán estudios realizados por científicos corruptos pagados por los malvados ejecutivos de Monsanto 😉
… científicos corruptos que hacen estudios doble ciego frente a científicos idealistas que hacen estudios epidemiológicos 😉
Y yo me voy al banco a ver si los de Monsanto ya me han ingresado la pasta en la cuenta 😉
La verdad sea dicha, he escrito lo primero que se me ha pasao por la cabeza, y está un poquito fuera de contexto.
Pido disculpas, pero estas cosas me sacan de mis casillas.
Bueno Álvaro, estamos seguros de que no tendrás ningún problema en proporcionar una alimentación basada en productos transgénicos a los tuyos 🙂
Nosotros vamos a tener en cuenta los niveles de evidencia de esos estudios que «no tienen tanto valor», aunque en este caso, serán los conocimientos y la opinión de cada persona, los criterios que otorgarán dicho valor.
Respetamos tu punto de vísta (subvencionado por los ingresos del banco), pero no lo compartimos. Ya hemos indicado en otras ocasiones que para nosotros existen dos tipos de biotecnología, una beneficiosa y otra dudosa.
No es lo mismo intentar modificar los genes de una variedad de maíz utilizando la misma familia de la especie, que modificar genes utilizando material genético proveniente de otras especies que nada tienen que ver y que la naturaleza nunca conjugaría.
Por cierto, los tratamientos genéticos que mencionas y los OMGs son dos líneas de trabajo muy distintas a pesar de que se utilice un denominador común, la genetica.
Velsid, no creo ciegamente en nada, pero tampoco soy desconfiado por naturaleza. No veo necesariamente conspiraciones en esto, aunque sí veo obviamente los intereses de algunas compañías.
La opinión personal no tiene nada que ver con los niveles de evidencia científica, se trata de un método de evaluación independiente de opiniones. Y es así, un estudio epidemiológico no vale lo mismo que un doble ciego. Unos sugieren la necesidad de más estudios los otros pueden sugerir la conveniencia o no de tratamientos, por ejemplo.
En cuanto a la terapia génica no es tan distinta de los
OMGs en tanto estamos modificando vacas, cerdos y otros animales para que produzcan insulina humana o incluso órganos biocompatibles. Me choca mucho que los mismos que están a favor de estos tratamientos estén en contra del maiz.
El problema es justamente eso, cuando en lugar de criterios científicos entran en juego las opiniones, prejuicios e ideologías. Y lo que es más, cuando en función de esas opiniones, prejuicios e ideologías unos cuantos se arrogan la facultad de decidir por todos.
A fecha de hoy la discusión no es la seguridad de los transgénicos o no, si no la oposición de dos modelos de agricultura y si me apuras de sociedad.
Pues sabes que Alvaro,
Que de biodegradable nada pero que nada lol
De hecho Monsanto ha sido condenado dos veces por publicidad engañosa (New York and France) y fué obligado a retirar la palabra biodegradable de los envases
Infórmate 😀