Seguimos hablando de los dulces de Pascua, pues en estas fechas es lo que corresponde, sobre todo si es para animaros a hacer estas piezas de repostería y pastelería en casa. Hoy os traemos cuatro recetas fáciles de Mona de Pascua, son las recetas tradicionales de este dulce que se suele tomar como símbolo del fin de las abstinencias de la Cuaresma.
Hay distintos tipos de Monas de Pascua, cada región tiene su especialidad e incluso dentro de la misma región hay variantes. Lo más tradicional es el pan dulce al que se le da forma de roscón, de bollo, de barra… Nosotros os mostramos las que mejor conocemos, que son las Monas de Pascua tradicionales de Cataluña y la Comunidad Valenciana, y no están todas, hay más variantes.
Aunque en algunas zonas se habían popularizado las ‘monas’ tipo pastel de mantequilla decorado con figuras de chocolate, pollitos, plumas… está volviendo la tradición, muchas personas, sobre todo de Catalunya, están descubriendo que la verdadera Mona de Pascua no tiene nada que ver con esos pasteles comerciales. También los pasteleros dedican una atención especial a crear huevos y otras figuras de chocolate tan espectaculares que después da pena romperlos, aunque por comerse el chocolate… merece la pena.
En fin, vamos con las recetas que os proponemos hacer esta Semana Santa para que disfrutéis de la Mona de Pascua que más os guste y hecha con vuestras manos. De verdad, son fáciles de hacer y no requiere ningún esfuerzo especial, sólo un poco de dedicación y el tiempo que la masa necesita para desarrollarse y resultar jugosa, esponjosa y exquisita.
A continuación podéis acceder a las recetas de Mona de Pascua, además de conocer el origen y la tradición, pulsando sobre su nombre, bajo a la foto correspondiente, tenéis la Mona de Pascua tradicional, el Panquemao, la Farinosa y una Mona de Pascua rellena que nos permitimos recomendaros, es para ofrecer a vuestros invitados una Mona sólo para ellos.
Esperamos que disfrutéis tanto elaborando vuestro dulce de Pascua como saboreándolo con los vuestros después. ¡Y que repitáis!