Hacemos pizza casera a menudo, pero hasta ayer nunca habíamos utilizado nunca un molde para pizza perforado que, en principio, garantiza una perfecta cocción de la masa de pizza, mejor que haciéndola en una bandeja sin perforar.
Nuestro molde para pizza es de acero carbono con acabados de silicona poliéster, la verdad es que es un accesorio de cocina de calidad que forma parte de una gama de moldes antiadherentes Pyrex. El tamaño también es adecuado, 30 centímetros de diámetro que nos permiten hacer pizzas individuales para no quedarte con ganas de más, con masa fina y crujiente.
Pero al grano, ¿qué tal salió la pizza?, pues deliciosa, hicimos una Pizza carbonara que a continuación os mostraremos. Ya sabéis que es una pizza en la que se añade nata líquida, con lo que es muy fácil que resulte una masa ‘húmeda’ si no se hornea bien. Pero gracias a los orificios del molde, el vapor tiene escape por la parte inferior y el calor del horno tuesta la base de la masa de pizza resultando crujiente.
Hay muchos modelos de molde para pizza, y aunque no es imprescindible (de hecho, de las cuatro pizzas que hacemos cada vez sólo una o dos las pondremos en el molde), si queréis haceros con uno os recomendamos que escojáis uno de calidad, que sea antiadherente de verdad, con asas para poder cogerlo mejor y seguro que vosotros también podéis sumar alguna otra recomendación.
Nos encantan las pizzas y que se note que son caseras, al principio nos resistíamos a utilizar moldes porque no queríamos que fueran tan redonditas como las industriales, pero hay que reconocer que resultó práctico su uso, incluso utilizamos un molde de tarta que tiene la base desmontable para hacer otra pizza… Aunque lo mejor sería disponer de un buen horno de leña, o en su defecto, una piedra refractaria. Todo se andará.