México ha dado el visto bueno para empezar a experimentar con nuevas variedades de maíz transgénico desarrolladas por Monsanto, una empresa multinacional especializada en la manipulación genética de las semillas para desarrollar nuevos cultivos y de la que ya hemos hablado en algunas ocasiones.
Uno de los países que representa la cuna del maíz es México, allí se plantan numerosas variedades de este alimento tan importante para la humanidad. Podemos encontrar el clásico, el maíz azul, el maíz rojo, el maíz negro, etc., cada variedad ofrece unas características nutricionales específicas. El maíz es un gran aliado de la salud, proporciona un gran número de beneficios al organismo y la gran cantidad de variedades existentes permite preparar un gran número de elaboraciones gastronómicas.
Teniendo hasta 10.000 variedades de maíz y pudiendo trabajar mediante selección genética, resulta extraño que se acepte la experimentación transgénica con el maíz en este país. La posible contaminación genética es evidente y se han dispuesto una serie de reglas para evitarla, como por ejemplo, no cultivar maíz transgénico en los llamados “centros de origen”, lugares donde sólo se alberga una única variedad de maíz que no se puede encontrar en ninguna otra región del mundo.
Los agricultores mexicanos, al menos la mayoría, son reticentes a este nuevo proyecto que ya lleva algunos años fraguándose y que finalmente se ha tornado realidad, otros en cambio agradecen la nueva iniciativa y ven la posibilidad de obtener más rentabilidad a las cosechas gracias a una mejor resistencia del maíz frente a las plagas o las inclemencias del medio ambiente, aseguran que es un medio para lograr además, que las reservas de alimento mundiales aumenten nuevamente.
El gráfico de la producción de alimentos transgénicos a nivel mundial continua creciendo, cada vez se dedican más hectáreas a este tipo de alimentos, ni la opinión pública, ni los estudios que muestran los posibles riesgos para la salud, ni siquiera la mayoría de los Gobiernos, logran frenar el avance de los alimentos transgénicos. Esperamos que realmente no sean perjudiciales para la humanidad, si se descubre posteriormente, supondrá un grave problema además para la economía y para las reservas mundiales de alimentos.
Por cierto, compañías como Monsanto suelen hacer sus pruebas y estudios en países más desfavorecidos, a sabiendas de que serán más fácilmente aceptados por la situación económica del país. Un ejemplo lo tendríamos con Coca Cola y el uso del Ciclamato de Sodio de la Coca Cola Zero, prohibido en muchos países del mundo pero comercializado en México con el beneplácito del expresidente Vicente Fox, no olvidemos que se trata de una sustancia prohibida y catalogada como peligrosa por muchos países del mundo.
Es más, Estados Unidos prohíbe su uso porque algunos estudios muestran que esta sustancia puede ser cancerígena. La comparativa que realizamos es similar, el aspecto económico puede haber influido en las dos decisiones, es difícil fiarse de Monsanto después de toda la información que ha salido a la luz sobre sus prácticas poco éticas.
Nos gustará conocer otras opiniones al respecto.
Vía | Reuters
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