Mermelada casera de higos y canela, la receta que no faltará en tu mesa cada verano

Esta receta de mermelada de higos no es la primera que compartimos con vosotros, empezamos con esta receta de mermelada de higos con vainilla y continuamos con esta mermelada de higos y vino dulce. Si las habéis visto, comprobaréis que hay una importante diferencia de color que es, simplemente, porque están hechas con distintas variedades de higos, pero todas son igual de válidas y deliciosas para hacer mermelada casera.

Y si todavía no habéis hecho mermelada casera con esta fruta estival, este es el momento, así que tomad nota de la receta de nuestra mermelada casera de higos y canela porque será una elaboración culinaria que repetiréis todos los años, esta mermelada no faltará en vuestra mesa cada verano. Os esperamos en la cocina.

Ingredientes

  • 700 gramos de higos limpios
  • 200-220 gramos de azúcar
  • piel de un limón
  • 1 rama de canela
  • 70 gramos de agua.

Elaboración

Lava y pela los higos, si están maduros, que es lo ideal para hacer la mermelada, no hace falta ni trocearlos porque con la cocción y la cuchara se irán deshaciendo.

Pon los higos en una olla y añade el azúcar, la canela, la piel de limón y el agua. Lleva la olla al fuego y permite que entre en ebullición, después baja el fuego y cocina a temperatura suave unos 20-30 minutos moviendo de vez en cuando.

Mientras se van cocinando y vas moviendo los higos con la cuchara, puedes ir chafándolos y rompiéndolos, como ves en el vídeo, es muy fácil y el resultado final es espectacular, no hay nada mejor que la mermelada de higos casera.

La mermelada esta lista cuando empiece a tener la textura propia de la mermelada, ten en cuenta que cuando se enfría gelifica más, queda más densa. A continuación procede a embotarla según sea para conservar meses o para consumo inmediato.

Acabado y presentación

Disfrutar de la mermelada de higos y canela es fácil en las tostadas del desayuno o la merienda, pero también es perfecta para aperitivos y postres, acompañando una tabla de quesos, por ejemplo. ¡Buena cocina y buen provecho!

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