Ya hace más de un año que muchos ganaderos españoles salieron a la calle a protestar por una situación de asfixia económica, producir leche no era rentable y las explotaciones lecheras estaban en riesgo de cierre. Con la protesta impulsada con el lema “Con la leche al cuello”, denunciaban la crisis del sector, la insostenible situación debido a los costes de producción y un precio a percibir por el producto que no podía sufragar dichos costes.
Hace ya varios días que Mercadona no tiene leche Hacendado y culpa a los productores, quienes dan una respuesta bastante clara: “si quieren leche, que la paguen como se debe”, y es que los ganaderos quieren recibir un precio justo, reivindicación con sentido y fundamento. A día de hoy hay desabastecimiento de leche Hacendado y es que, a todas las consecuencias derivadas de la guerra entre Rusia y Ucrania, hay que sumar también problemas que se han agudizado, como la sequía severa que sufre España y Europa, que ha provocado un aumento significativo del coste de la alimentación animal de hasta en un 40% en lo que llevamos de año.
Los costes de producción ya estaban disparados, el nuevo incremento es la gota que colma el vaso (“de leche”), muchos ganaderos ya se encontraban muy endeudados por los precios a los que debían vender la leche, precios que marcan las grandes cadenas alimentarias sin pensar en los ganaderos y sin importar que cause la ruina y cierre de algunas explotaciones. Como hemos podido ver en los medios de comunicación, algunos ganaderos han afrontado el cierre de sus explotaciones vendiendo vacas para el sector cárnico a fin de poder obtener algo de dinero y como solución para evitar, al menos temporalmente, el mencionado cierre.
Las grandes cadenas de alimentación ponen demasiadas trabas a la hora de marcar precios justos que permitan a los ganaderos cubrir costes de producción, ganar algo, y seguir adelante con sus negocios, sin embargo, no recortan sus márgenes económicos, ni siquiera si la situación económica es tan desfavorable e invita a ser responsables y solidarios. Hablando de solidaridad, recordemos lo solidario que fue Carrefour con su cesta básica por 30 euros, de la que pensamos que es una auténtica tomadura de pelo.
A los ganaderos les ha molestado mucho que Mercadona culpe a los proveedores por la falta de leche para su marca Hacendado, y el problema en realidad tiene fácil solución. Según COAG Andalucía, el precio mínimo al que se debe pagar la leche a los ganaderos es de 60 céntimos litro, con ello se cubren los actuales costes de producción y se puede seguir adelante con la explotación. La otra solución es vender las vacas para carne y después cerrar, algo que, sin duda, daña el tejido agroeconómico de nuestro país.
Aquí explican que desde COAG Andalucía se pide una solución con carácter urgente, ya que el tema afecta a todos los eslabones de la cadena alimentaria, y la organización exige que se cumpla la legislación que prohíbe la venta a pérdidas. Pero como explicábamos aquí, puede existir una obligación de que los contratos incluyan una cláusula en la que aparezca el precio pactado entre agricultores, ganaderos y compradores, para garantizar que se cubren los costes de producción, pero desgraciadamente no existe obligación de comprar el producto nacional, lo que puede favorecer la importación de leche, y en este caso, parece que Lactalis y Francia juegan un papel decisivo en ello.
Una cosa es evidente, es necesario proteger el tejido agroindustrial nacional y ser más proteccionistas, depender de la alimentación producida por terceros países es un error que traerá consecuencias. Podéis conocer más detalles de la noticia a través de este artículo publicado en COAG Andalucía.