Muchas veces nos enviáis consultas sobre escuelas de cocina en las que estudiar, donde empezar con una buena base y que la formación se desarrolle según la tendencia actual en el mundo culinario. Una vez más debemos decir que no podemos tomar esa enorme responsabilidad de recomendar una escuela, lo que podemos mostraros es lo que experimentamos cuando acudimos a alguna de ellas y además de conocer el centro, podemos verles en acción, y no sólo eso, también probar el menú degustación de los alumnos, y es lo que queremos compartir en esta ocasión con los estudiantes de CioMijas (Centro Andaluz de Formación Integral de las Industrias del Ocio).
Esta oportunidad la hemos tenido gracias a la celebración del Encuentro Internacional Cocina del Mediterráneo 2011 al que asistimos la pasada semana, e igual que en la edición anterior, la cena de bienvenida fue elaborada y servida por los alumnos de Gestión A y B de Cocina y Sala, podéis recordar esa primera cena en el post Menú degustación del alumnado de CioMijas, y a continuación podéis ver lo que prepararon los estudiantes de este curso, el Menú degustación de los alumnos de CioMijas 2011 que nos ofrecieron en el Restaurante El Jardín de la Cala, el restaurante de esta escuela al que se puede acudir de lunes a viernes a mediodía.
Este restaurante es el lugar de prácticas de los alumnos de cocina y sala, ofrecen un servicio impecable y para comer se puede elegir entre el menú diario, Menú con Sabor, por 15 euros, o el Menú Degustación que varía cada semana y tiene un precio de 25 euros. Tanto para los que se alojan en el hotel, como para los turistas o los residentes de la zona, es una buena apuesta para disfrutar de una amplia oferta gastronómica.
Pasamos a mostraros los platos que formaron el menú degustación, y queremos destacar que es el resultado de tan solo dos meses de formación, pues el curso actual se inició el pasado mes de septiembre. En esta ocasión no entramos en la cocina como hicimos el pasado año, pero podemos imaginar la armonía y coordinación de los alumnos y profesores. Sí pudimos constatar el correcto servicio de sala, que futuro más positivo para la hostelería española con estudiantes como los que conocemos año tras año en CIOMIJAS.
Abrimos la velada con una copa de cava Castillo Perelada Brut Reserva, la presentación de la cena y un brindis por las positivas espectativas del encuentro y las actividades que nos ocuparían los siguientes días. El brindis por los alumnos y profesorado de CioMijas, y las felicitaciones por su trabajo y atención, también tuvieron lugar una vez finalizada la cena, con una copa dulce, Casta Diva Cosecha Miel. Pero empecemos por el principio.
Ya con el frescor burbujeante del cava en el paladar, nos sirvieron un Milhojas de chapata con anchoas del Cantábrico, picada de calabacín y paté de oliva, además de sabroso, y con todos los componentes en su punto (el pan se conservaba crujiente, las verduras jugosas, el conjunto en su punto de sal), nos pareció una presentación elegante y además con posibilidad de saborear la combinación con cuchillo y tenedor, o de tomar la finas tostas con las manos de forma individual.
Pasamos a continuación al plato principal de pescado, un Rodaballo a la plancha con atadillo de espárragos, salsa holandesa y ensaladita de algas, que maridaron con un vino Blanco Botani. El pescado sabroso con su piel crujiente, las algas bien condimentadas, la tempura de brócoli crujiente, muy buena, no tanto la salsa holandesa que se acercaba más al sabor de una mayonesa, pero en general nos gustó.
Igual que la Tableta de cordero lechal, crema de trufa con wonton de higos y queso payoyo, las salsas armonizaban de forma elegante y sin restar protagonismo a la sabrosa carne, esa crema de queso payoyo nos encantó. Y otra vez nos conquistaron con un vino tinto de El Bierzo, el Dominio de Tares.
Los postres siempre son destacables en el restaurante El Jardín de la Cala, disfrutamos de Sabores de Madagascar con helado de pasión y vainilla salvaje, un punto y final para la cena muy dulce y equilibrado, con contrastes que limpiaban el paladar antes de pasar al café con sus mignardices de Andalucía.
No hay duda, hay que felicitar a la organización y sobre todo a los alumnos y al profesorado que consiguen agasajar los paladares ávidos del disfrute en la mesa.