La mejora genética del melón asistida por marcadores moleculares es un trabajo desarrollado conjuntamente por científicos del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) e investigadores de la Universidad de Almería con el que se pretende desarrollar nuevas variedades de melones mejorados genéticamente para poder resistir algunas de las enfermedades que suelen atacar a este tipo de fruta.
La mejora genética del melón es un ejemplo más de la constante en el campo de la ciencia y la investigación alimentaria, se persiguen objetivos concretos, evitar las enfermedades, mejorar la productividad, la calidad, etc., pero en este caso, el trabajo no está orientado a la manipulación genética del genoma del melón, como podría parecer en un principio. Los investigadores tratan mediante el cruce de algunas variedades de melón (de interés comercial y sin él) que presentan características especiales, mejor calidad, mayor resistencia a determinadas plagas y enfermedades, etc., obtener nuevos modelos que combinen calidad, resistencia y productividad.
Por desgracia, las variedades con mayor resistencia a los embates de las enfermedades son las menos comercializadas, ya que no son aceptadas por los consumidores debido al sabor o la calidad, por ello es interesante este estudio, aprovechar las características de los melones de escaso valor agrónomo para mejorar las variedades de gran valor comercial.
Conjuntamente se están desarrollando también distintas herramientas genéticas que permiten conocer rápidamente los marcadores genéticos asociados a todos los parámetros perseguidos, es decir, un mapa genético en el que se especifiquen cuáles son los genes asociados al aporte nutritivo, la productividad o la resistencia a enfermedades provocadas por determinados virus y parásitos, etc.
La mejora genética mediante cruces es un proceso lento, pero conocer los valores de cada variedad de fruta permite agilizar el proceso y obtener frutos que no provienen de la modificación genética, algo que es más aceptado por los consumidores. Por cierto, ya hace un par de años que el proyecto estaba planteado, así se indica en la web de la Estación Experimental La Mayora perteneciente al CSIC, parece que ha sido ahora cuando han dotado económicamente a este proyecto.