En el año 2018 conocíamos un estudio realizado por Sophie Medlin, profesora de nutrición y dietética en la Universidad King’s College de Londres, en el que se hablaba de los beneficios y problemas resultantes al eliminar de la alimentación el pescado, la carne, los huevos y los productos lácteos. Según las conclusiones, se producían carencias al no seguir una dieta equilibrada, lo que conducía a la falta de minerales, vitaminas y otros nutrientes, y a un mayor riesgo de sufrir diferentes problemas de salud.
Pues bien, hoy conocemos un estudio desarrollado por expertos de la Universidad Ruhr y la Universidad de Duisburg-Essen (ambas de Alemania) que tenía como objetivo determinar si hay mayor riesgo de depresión si se sigue una dieta vegetariana. La base de este trabajo es la discrepancia existente sobre el tema, ya que hay investigaciones que concluyen que existe un mayor riesgo de depresión por seguir la dieta vegetariana e investigaciones que afirman lo contrario.
El estudio es un metaanálisis de varias investigaciones sobre la asociación dieta vegetariana y depresión, y que suman una participación de 49.889 personas, de las que 8.057 eran vegetarianas y 41.832 no seguían esta dieta y actuaron como grupo de control. Los resultados mostraron que existía una diferencia significativa de tener más riesgo de depresión entre vegetarianos y no vegetarianos, siendo los primeros los que obtuvieron una puntuación más alta asociada a esta enfermedad mental.
En este sentido, merece la pena retomar la lectura de este post en el que hablamos de una investigación en la que se concluía que quienes consumen carne tienen mejor salud mental que los vegetarianos y veganos. También se trata de un metaanálisis, pero dado que ha sido subvencionado por la Asociación Nacional de Ganado Vacuno de Estados Unidos, se podría pensar en un conflicto de intereses, a pesar de que se asegure que dicha asociación no tuvo ningún papel en el diseño y desarrollo del estudio, en la recopilación y análisis de los datos, en la interpretación de los resultados, etc.
Según las conclusiones del nuevo metaanálisis, las personas que siguen una dieta vegetariana tienen mayor riesgo de sufrir depresión que las personas que no siguen este tipo de alimentación, pero nada es concluyente, ya que los autores reconocen que debido a la alta heterogeneidad de los estudios publicados, se necesitan más investigaciones empíricas que permitan obtener mejores conclusiones. Además, existen limitaciones como la variación geográfica, lo que limita los conocimientos transculturales y hace que sea necesario realizar este tipo de estudios en segmentos poblacionales de diferentes países del mundo.
En definitiva, es un trabajo que ha servido sólo para señalar errores que no se deben cometer para realizar futuras investigaciones. Podéis conocer todos los detalles del estudio a través de este artículo publicado en la página de la Universidad de Duisburg-Essen, y en este otro publicado en la revista científica Journal of Affective Disorders.
Foto 2 | Calabacines a la nizarda