Haciendo la Tarta de manzana y chocolate hemos vuelto a pensar en el valor de la Manzana Reineta del Bierzo, una fruta con Denominación de Origen que seguro que todos conocéis, pero no siempre se le da la importancia que a otros alimentos que gozan de un sello de distinción.
La Manzana Reineta del Bierzo merece toda nuestra atención tanto para degustarla como fruta fresca, saludable y sabrosa, como para pensar en un ingrediente de calidad que forme parte de nuestras recetas de cocina, tanto en postres como en platos salados. La combinación carne y manzana ya está muy consolidada, también la incorporación en ensaladas, la manzana cocida con foie es una delicia, pero hay mucho más para disfrutar de la manzana reineta.
En la Reineta del Bierzo, Reineta Blanca y Reineta Gris encontramos características superiores a las producidas en otras zonas de nuestro país (seguramente influye que la tierra tire…) una pulpa dura, con textura consistente y nada harinosa, equilibrio entre acidez y dulzor, jugosidad, aroma y sabor intenso e inigualable.
La Manzana Reineta del Bierzo ofrece un fruto grande, con una forma característica, achatada o plana, con un peciolo corto y una base cerrada. Su carne es de color crema y su piel verde, sin brillo, con herrumbre o roña (russeting) que casi cubre el fruto en su totalidad. Esto puede provocar a la vista de quienes desconocen esta variedad de manzana, que resulte poco atractiva, pero este parecer se disipa en cuanto la prueban.
Vinculan la introducción de esta manzana en El Bierzo a la colonización del Imperio Romano, aunque también hay quienes piensan que fueron las órdenes religiosas las que contribuyeron a su introducción. En el Monasterio de Carracedo se encuentra un Reineto del que no conocen su edad ni quién lo plantó.
Estamos en la mejor época de consumo de la manzana reineta, así que aprovechémonos de ella. Es un disfrute para el paladar culminar la comida con una manzana reineta asada, un postre rico, sano y fácil de preparar.