El apoyo a la iniciativa de Francia de declarar su cocina como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, no obtuvo la atención necesaria por el escándalo internacional promovido por Santi Santamaria mientras recibía el premio por su nuevo libro La cocina al desnudo.
Dos semanas ya de dites y diretes, que desplazamos para prestar nuestra atención a la iniciativa de los grandes chefs del grupo hostelero Relais & Châteaux, unidos para lograr introducir la gastronomía francesa como bien inmaterial del Patrimonio Mundial de la Humanidad de la Unesco.
La categoría que quiere proteger los bienes intangibles como Patrimonio de la Humanidad, fue creada en 2003 pensando en las lenguas, el teatro, las técnicas culinarias, etc. El Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) se define como el uso, la expresión, la representación, los conocimientos y las técnicas que junto a otros instrumentos son parte integrante del patrimonio cultural.
De momento sólo la solicitud francesa se encuentra en el camino de obtener este reconocimiento, lo que abriría también las puertas a la gastronomía de otros países, España e Italia ya han tomado el testigo.
Recordemos que México también lanzó su candidatura, pero fue rechazada porque estaba centrada en los beneficios económicos. Según el propio embajador mexicano, su propuesta era demasiado compleja, ambiciosa y audaz.
Pero a lo que íbamos, el pasado día 20 de mayo, 157 grandes chefs del mundo que suman 350 estrellas Michelin, firmaron el Manifiesto de Sevilla como muestra de apoyo a la iniciativa francesa.
El chef francés Patrick Henrioux, el español Toño Pérez, del restaurante Atrio de Cáceres y el norteamericano Gary Danko, fueron los encargados de leer el manifiesto en el que se citaba a la gastronomía como “la muestra de una herencia intangible creada a partir de los intercambios entre las gentes y la tradición culinaria de cada país”.
La candidatura de Francia será presentada en la primavera de 2009, cuenta con un buen respaldo de los colegas de profesión, así como de un comité científico, investigadores internacionales y planes de acción y gestión que valoran la cocina francesa y quieren demostrar que “las técnicas de los creadores de los sabores son una herencia que tiene que ser preservada y enaltecida”. El manifiesto declara que apoyan a Francia para “elevar el estado del arte del gusto y de la cocina alrededor del mundo, los cuales son indisolubles de la conversación y las habilidades sociales”
Vía | La Rioja
Más información | Cinco Días
Ilustración | MARCOS BALFAGÓN