La AGPME (Asociación General de Productores de Maíz de España), cruza los dedos para que la UE apruebe la producción del maíz transgénico NK603, también conocido como maíz Roundup Ready. Se trata de un maíz desarrollado por la compañía biotecnológica Monsanto, capaz de soportar la acción del herbicida Roundup cuyo principal componente activo es el glifosato.
Recordemos que el maíz NK603 presenta en su estructura genética una enzima denominada EPSPS (CP4 EPSPS) que ha sido obtenida de una batería denominada agrobacterium, un tipo de bacteria que causa tumores a las plantas por su gran capacidad para transferir ADN a las células vegetales. Monsanto avala las bondades del maíz en cuestión indicando que son muchos los beneficios que puede ofrecer su cultivo, sin embargo, algunos estudios nos hacen sospechar todo lo contrario. Un ejemplo obligado a citar es el estudio realizado por investigadores de la Universidad de Viena, en el que se concluyó que los alimentos transgénicos pueden provocar infertilidad.
En este estudio, los investigadores utilizaron en su trabajo la variedad de maíz NK603 x MON 810, el hecho de que se haya demostrado que este tipo de maíz pueda producir problemas reproductivos y la implicación del maíz transgénico NK603 nos alerta sobre la posibilidad de que pueda provocar problemas en la salud humana. Es difícil saber si la EFSA habrá tenido en cuenta este estudio a la hora de elaborar el informe sobre el maíz Roundup Ready, de hecho, se podría argumentar que se trata de dos variedades diferentes aunque no tendría mucho sentido.
Hace unos días, la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) aprobaba el maíz transgénico Mon 810 indicando que todas las pruebas realizadas habían resultado favorables y que este alimento transgénico no constituía ningún riesgo, ni para la salud humana, ni para el medio ambiente, textualmente se indicaba “es tan seguro como el maíz convencional respecto a efectos potenciales sobre la salud humana o animal”. Ahora un segundo informe sobre el maíz NK603 también ha resultado ser favorable.
Se trata de un paso previo a la aprobación, producción y comercialización del maíz transgénico NK603, celebrado por la AGPME, para esta asociación representa un avance muy importante indicando que gracias a ello se podrá avanzar en el campo de la agricultura dejando de depender de los productos de otros países. La AGPME desea que España se convierta en un referente biotecnológico dando entrada y cabida a cualquier alimento modificado genéticamente que resulte rentable y beneficioso. Claro, beneficioso a nivel económico o productivo, algo que puede cuestionarse perfectamente, por otro lado no se tiene en cuenta el riesgo de los alimentos transgénicos o los estudios que cuestionan su productividad.
La Asociación General de Productores de Maíz de España (AGPME) anima a los políticos a que sean conscientes de las demandas del sector y los problemas económicos que pueden surgir del veto al cultivo de alimentos transgénicos, aseguran que no hay que bajarse del tren del progreso y que España es un modelo a seguir citando como ejemplo el cultivo de maíz Mon 810. Esta asociación no debe preocuparse, recordemos que el MARM acepta el cultivo de maíz transgénico Mon 810 y nuestro país está claramente posicionado a favor del desarrollo de este tipo de alimentos.
Si las decisiones adoptadas sobre los alimentos transgénicos en esta época son erróneas, las futuras generaciones lo van a pagar muy caro. Seguimos reivindicando más cautela y nuevas investigaciones a largo plazo que determinen la seguridad de los alimentos transgénicos y desconfiar de los estudios y datos aportados por las compañías biotecnológicas, a fin de cuentas, sólo persiguen el beneficio económico y así se muestra en los productos desarrollados. Ni el maíz Mon 810, ni el maíz Roundup Ready se han desarrollado para ser más nutritivos o saludables.
Foto | Theilr
2 comentarios
No olvidemos que el transgénico es un producto en sí mismo químico por lo que resiste a las plagas y a otros pesticidas. Es una locura que se hayan creado semillas de laboratorio manipuladas geneticamente para abaratar los costes en la alimentación de los animales que nosotros ingerimos y en el propio ser humano.
Cuando la fabricación de estas se encuentre en manos de unos pocos ¿qué puede pasar?
La fabricación o producción ya se encuentra en manos de unos pocos, de ahí el debate sobre patentar la vida. Algunos alimentos transgénicos como la soja, son una proteína barata para alimentación animal que puede salir muy cara a la humanidad en un futuro.
Saludos