Un tipo de pasta italiana que llega a nuestro país como si de una selección especial se tratara, es decir, que no es tan popular como los linguine, los fettuccine, los penne… es la conocida como mafaldine, y decimos lo de selección especial porque cuidan más su envasado y se nota también en su precio.
La pasta mafaldine se considera una de las clásicas, se dice que originaria del sur de Italia, de la región de la Campania, y que debe su nombre a la princesa Mafalda de Saboya. Además de mafaldine, este tipo de pasta se conoce como Reginette, que significa Reinas. Existe también la variedad llamada mafalde, cuya diferencia radica en la longitud de la pasta.
Aunque consideramos que hay confusión incluso entre los fabricantes o comercializadores de esta pasta, pues hemos visto que a esta especie de ‘tallarines’ anchos y rizados les dan el nombre de mafalde y mafaldine independientemente de su longitud.
Los mafaldine se clasifican dentro de la familia de la pasta larga, pues son cintas alargadas y planas, como los pappardelle, relativamente anchas y con un grosor considerable que favorece una degustación excelente de la pasta al dente. Tiene los bordes rizados (generalmente en ambos lados), esto facilita que el tipo de salsa para esta pasta pueda ser más densa, se adhiere mejor y se concentra en sus ondulaciones, como la lasaña rizada o lasagna riccia.
Podemos encontrar esta pasta seca o fresca, y quienes dispongan de la máquina para hacer pasta fresca en casa, deberán saber que existe el accesorio que permite cortarla de forma que se consiguen los laterales ondulados, una maravilla hacer mafaldine en casa.