Parece que generar contenidos en TikTok, Instagram y otros medios sociales es la panacea, muchísimos usuarios de las redes sociales dedican horas y horas a crear contenidos con el objetivo de ganar seguidores y quizá ni se han preguntado ¿para qué? Pero lo peor (quizá) es que se consideran creadores de contenido cuando lo que están haciendo es imitar contenidos, con lo que cientos y miles de publicaciones en TikTok y en Instagram son la misma receta pero hecha en una cocina distinta.
Claro, no todo lo que se publican son recetas, también ha nacido mucho ‘experto recomendador’ de productos saludables de los supermercados más populares, como Mercadona, Lidl, Aldi o Carrefour, incluso los profesionales de la alimentación, como pueden ser dietistas-nutricionistas, van al supermercado, con su cámara, claro, y con el objetivo de cambiar algunos productos de la cesta de la compra de un desconocido. ¿Os habéis encontrado con alguno?
Quienes consumáis habitualmente las redes sociales sabréis de qué estamos hablando, pero quienes no veáis contenidos habitualmente en estos medios, es posible que estéis alucinando con el mundo ‘influencer’ o el de los ‘influenciados’. Lo cierto es que este tema da para hablar mucho, pero sólo nos vamos a centrar en una cuestión, porque nos importa bien poco que en Tik Tok ahora esté de moda la mayonesa con huevo duro (si en Gastronomía y Cía tenéis esta receta desde 2015, hace ocho años), o que haya millones de recetas de brownies o bizcochos en 5 minutos (aquí tenéis recetas de estas desde 2008, hace 15 años).
Pero nos incomoda que haya publicaciones que en lugar de aportar algún aprendizaje a quienes las ven, les confundan o que les proporcionen ‘aprendizajes equivocados o erróneos’. Hay miles de ejemplos, así que si os apetece, de vez en cuando podemos mostrar algunos porque es muy posible que sirva para que algunas personas reaprendan.
Hoy lo vamos a ver con un ejemplo sencillo, un titular que llama mucho la atención a cualquiera que cocine: ‘Pochar cebolla en cinco minutos’. ¿En qué consiste este truco de cocina? Pues haber, hay muchos, pero el que nos ha llevado a escribir estas líneas es el siguiente:
Pelar y cortar la cebolla, ponerla en un recipiente apto para microondas, taparlo con film de cocina transparente o con la tapa del propio recipiente (también podría ser el estuche de vapor de Lékué), añadir un poco de agua y sal y poner en el microondas a temperatura media durante cinco minutos. Vosotros qué decís que resultará de esta preparación culinaria, ¿cebolla pochada o cebolla cocida?
Si no tenéis muy claro que responder, os recomendamos leer este post: Qué significa pochar y cómo pochar la cebolla. El título lo dice todo, ahí os explicamos qué es pochar y cómo se pocha la cebolla. Básicamente consiste en freírla a fuego suave, confitarla en un medio graso, que puede ser aceite o mantequilla, muy lentamente para que empiece expulsando el agua de vegetación, se vaya ablandando y según gustos, poco a poco se vaya dorando y así, ganando sabor.
Y este proceso se hace sin tapar la sartén o cazuela, de modo que el agua se vaya evaporando. Así que ya podéis ver que los trucos de cocina que prometen pochar la cebolla en 5 minutos no funcionan, porque lo que hacen es cocer la cebolla, la ponen en un recipiente tapado con agua y la cuecen, no evaporan agua, encima le añaden. Lo único que se consigue es que la cebolla esté blandita y transparente, pero ni el sabor ni la textura tiene nada que ver con la cebolla pochada.
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