En un discurso realizado por expertos del Instituto de Tecnólogos de Alimentos de Estados Unidos durante el IFT12 (Annual Meeting & Food Expo), que se está celebrando en Las Vegas, los tecnólogos alimentarios han lanzado el siguiente mensaje: Si no existiera la ciencia alimentaria tal y como la conocemos, las estanterías de las tiendas de alimentación estarían vacías, la fruta y la carne serían alimentos podridos, y los cereales y otros productos similares estarían plagados de insectos». Parece ser que los tecnólogos de la alimentación quieren cambiar la percepción que se tiene sobre la tecnología aplicada a los alimentos, y lanzan una campaña contra los prejuicios de los consumidores.
Esta campaña está formada por varios vídeos que pretenden responder preguntas y aclarar dudas sobre los procedimientos que se llevan a cabo en la industria alimentaria, con ello también se quiere acabar con los grupos responsables de crear desconfianza entre los consumidores. Encabezando el post podéis ver el primer vídeo de la serie de cinco que, aunque en un principio se centran en el mercado estadounidense, el objetivo es que su difusión se realice a nivel mundial. Se pretende mostrar que la compra de alimentos tal y como hoy la conocemos, no existiría sin la evolución de las tecnologías alimentarias en todos los aspectos, sea ingeniería, procesamiento, química, etc.
Quizá es un vídeo que muestra un extremo que se podría considerar exagerado, a continuación nos muestran un comercio repleto con todo tipo de alimentos frescos y la facilidad con la que se pueden adquirir sabiendo que son completamente seguros. La campaña de los tecnólogos de la alimentación se dividirá en cinco entregas, vídeos en los que hablarán expertos de todo tipo de disciplinas relacionadas con el mundo de la alimentación, mostrando los beneficios y efectos positivos que ofrece la ciencia de los alimentos a los actuales consumidores.
En el Annual Meeting & Food Expo se ha mostrado el contenido de los dos primeros vídeos que tratan, sobre todo, de los retos en torno a la disponibilidad alimentaria, la necesidad de alimentar a la creciente población mundial (recordemos que todavía está en el aire la pregunta, ¿Cómo alimentar al mundo en 2050?), y de cómo la ciencia de los alimentos logra garantizar la seguridad alimentaria. Los conceptos reflejados se basan en una revisión científica del IFT a la que han titulado «Alimentar al mundo de hoy y del mañana: la importancia de la ciencia y la tecnología de los alimentos». Decíamos que es exagerado lo que se muestra en el vídeo, el mensaje puede ser interpretado de forma incorrecta, ¿acaso nuestros padres, abuelos y generaciones pasadas se encontraban con un panorama como el que se muestra?
Evidentemente la globalización alimentaria reduce el consumo de los alimentos de proximidad y podemos encontrar una vasta oferta de alimentos procedentes de diferentes países del mundo, algo que obliga a trabajar en envases capaces de ampliar la vida útil de los alimentos, en evitar las enfermedades e invasión de insectos de otros países… a esto hay que añadir las malas prácticas agrícolas de la revolución verde (recomendamos retomar la lectura del post El futuro de la comida), el cambio climático y un largo etcétera de problemas actuales que antaño no tenían la relevancia que tienen ahora.
Para los investigadores es vital educar a los consumidores, algo que puede permitir el avance de la ciencia alimentaria, curiosamente nos vienen a la memoria las declaraciones de la Asociación Médica Americana cuando se pronunciaba indicando que no era necesario etiquetar los alimentos transgénicos, esta asociación instaba a gobiernos, organizaciones de defensa de los derechos del consumidor, comunidad médica, comunidad científica y a la industria alimentaria a que eduque al consumidor y mejoren la disponibilidad de información objetiva y científica que se proporciona en materia de alimentos, especialmente los modificados genéticamente, encontramos un cierto paralelismo aunque no parece que se hable del mismo tema.
Para los tecnólogos alimentarios es muy importante que el consumidor entienda de dónde viene la comida y los procesos que ha sufrido, sin embargo y a pesar de que se promueve la educación y el entendimiento en esta materia, en lo que respecta a transgénicos, alimentos que forman parte del avance científico y tecnológico alimentario, las compañías han dado a conocer pocos datos y en ocasiones han ocultado información, algo que forzosamente despierta la sospecha y la desconfianza. En todo caso, la campaña contra los prejuicios de los consumidores puede tener puntos muy positivos e ilustrarnos sobre los procedimientos que se llevan a cabo y cómo se logra garantizar la calidad y seguridad de los alimentos, así como su disponibilidad.
De momento se han lanzado dos vídeos, los otros tres se ofrecerán a lo largo del año, éstos tratarán sobre aspectos nutricionales, la producción alimentaria y su relación con el medio ambiente, el diseño y desarrollo de alimentos para poblaciones específicas, etc. En la página web del IFT nos ofrecen diferentes vídeos con contenidos interesantes como extremar la protección a la hora de comprar frutas y verduras evitando sufrir una toxiinfección, consejos para llevar a cabo una alimentación de proximidad, cómo tratar las sobras de alimentos, etc.
Será necesario conocer el contenido de las próximas entregas para saber si se tocan temas que son más susceptibles para los consumidores, como por ejemplo la modificación genética de los alimentos, algo de lo que no se habla en Food Navigator. Pero una cosa es cierta, nos enfrentamos a retos complicados en lo que respecta a la alimentación mundial en las próximas décadas y la ciencia y las nuevas tecnologías juegan un papel muy importante en el abastecimiento de alimentos en el futuro. No nos resta más que indicar que los prejuicios de los consumidores por los alimentos han sido provocados por la falta de transparencia, quizá esto cambie ahora.