La verdad, es algo que no nos sorprende, cada año hacemos hincapié en la misma cuestión, hablando de cítricos ya que empieza la temporada, en los supermercados o centros de distribución encontramos poco producto nacional, la mayoría de los expositores presentan naranjas y otros cítricos de otros países, sólo un pequeño rincón se destina a la venta del producto nacional, y además no es precisamente de primera calidad. Como sabemos, las primeras calidades se suelen destinar a la exportación y además a unos precios de escándalo, no está de más dar un vistazo al post Las naranjas en Alemania son más baratas que en España, algo que se repite año tras año. El caso es que podemos encontrar supermercados valencianos repletos de naranjas de terceros países, menuda contradicción sabiendo que la Comunidad Valenciana cuenta con la naranja como producto estrella.
Evidentemente esta situación es denunciada por la Unió de Llauradors, organización profesional agraria independiente, cuya finalidad es defender y promover los intereses de los agricultores y ganaderos de la comunidad. Esta organización denuncia que podemos encontrar naranjas y mandarinas procedentes de Sudamérica y Sudáfrica, algo inconcebible en plena campaña citrícola, es evidente que las grandes cadenas de distribución no tienen sensibilidad, la situación económica actual debería provocar que se abogara un poco más por el proteccionismo a favor de consumidores (ya que pueden consumir productos de excelente calidad) y productores, evitando tener que enviar sus frutas a miles de kilómetros y comercializarlas a precios mucho más reducidos. Recordemos que para esta campaña, las cadenas de distribución alemanas pretenden reventar el precio de las naranjas de nuestro país.
Los citricultores valencianos lo tienen complicado a la hora de comercializar sus naranjas en la comunidad a precios que sean razonables, ante la feroz competencia de los productos de terceros países es muy complicado. Evidentemente las cadenas de distribución tienen como principal meta el beneficio económico y la sensibilidad o la posibilidad de brindar producto autóctono son aspectos que se desestiman. No es de extrañar que exista una progresión de abandono de campos de cultivo de cítricos durante los últimos años, la situación es insostenible para algunos citricultores. De acuerdo que existen iniciativas como el Mercado de la Naranja, pero son insuficientes y presentan algunas complicaciones.
En Valencia los supermercados están repletos de naranjas de otros países, pero es de suponer que esta situación se reproduce en todo el territorio nacional y también con otros productos de temporada. Parece ser que el producto nacional queda relegado a una segunda posición, cuando se comercializan los cítricos de terceros países es cuando ya se pueden introducir las naranjas nacionales, pero ojo, ni la mejor calidad, y tampoco son las recién recolectadas. La Unió de Llauradors denuncia además que se comercializan naranjas y mandarinas a granel sin identificar su procedencia, aunque saben que proceden de Sudamérica y Sudáfrica, en este caso y como sabemos, las cadenas tienen la obligación de especificar la procedencia de los productos. Son frutas cuya calidad no se puede comparar con naranjas y mandarinas nacionales, se ofrecen a precios muy reducidos y muchos consumidores las adquieren ya que ven un ahorro importante, pero ese ahorro se traduce en menor frescura, calibre y calidad.
Las principales cadenas de distribución que operan en nuestro país invitan a los consumidores a gastarse el dinero en sus centros con ofertas «interesantes», evidentemente se promociona el producto foráneo, el que más beneficios les proporciona, bueno ya ha quedado claro, la responsabilidad y la ética quedan relegadas a un segundo término en muchos centros de distribución, está en nosotros mantener el tejido económico agrícola y la soberanía alimentaria, si continúan abandonándose cultivos, al final nuestra alimentación dependerá exclusivamente de estos países, algo que no es en absoluto recomendable.
Es interesante destacar el comunicado de la Consellería de Agricultura de la Comunidad Valenciana haciendo referencia a la presente campaña citrícola, en este comunicado nos explican que la campaña desciende en un 4’9% con respecto a la anterior en lo que respecta a cítricos en general. Se anuncia que la presente campaña cuenta con una fruta (naranjas, mandarinas, pomelos, limones…) de calidad excelente y unos calibres satisfactorios que podrán satisfacer a los mercados, ¿a qué mercados? Curiosamente se habla de que los agricultores percibirán precios justos, pero se reclama a los operadores del sector un poco de colaboración y responsabilidad, ya vemos que esta solicitud cae en saco roto. Se insta a que se utilice el nuevo contrato aprobado por la Interprofesional Citrícola Intercitrus, el contrato homologado de compra venta de cítricos del que hablábamos en el año 2010 y que garantizaba eliminar los abusos y percibir un mínimo que por cierto, es bastante ajustado, siendo la diferencia entre el precio en origen y el precio final de venta al consumidor muy holgada.
No se habla de las actuales problemáticas como el caso referenciado al principio de Alemania, o las pautas de actuación que deben mantener los citricultores de la comunidad, como dice la Unió, la información que ofrece este comunicado es escasa y además negativa, ya que no permite que los citricultores conozcan las tendencias de producción de las distintas variedades y cómo modificar la explotación hacia aquellas variedades más rentables. Para la organización no tiene sentido que la Consellería cuente con ayudas para la reconversión de los cultivos y oculte la evolución de las variedades para saber cuáles son las más rentables y con mayor proyección de futuro.
En definitiva, ni siquiera quienes deberían tener cura de la producción de naranjas de Valencia, muestran interés y trabajan para cambiar esta situación, mientras tanto en España se venden más naranjas foráneas que nacionales. Al respecto hay mucho que hablar, nosotros como consumidores intentamos aportar nuestro granito de arena realizando la compra directa al productor, se podría decir que en estos tiempos de crisis económica es obligado ser más proteccionistas. Podéis conocer más detalles de la noticia a través de la página oficial de la Unió de Llauradors.
Foto | Alex Sobrino