En el año 2018 el gobierno de Francia puso en marcha una estrategia con el propósito de poner fin a la deforestación asociada a productos agrícolas o forestales importados que no son sostenibles, hablamos de la Estrategia Nacional de Lucha contra la Deforestación Importada (SNDI). Este plan cuyo plazo finaliza en 2030 cuenta con una plataforma que aglutina empresas, organizaciones no gubernamentales y otros organismos que apoyan el objetivo de “cero deforestaciones”.
Pues bien, hoy podemos saber que los supermercados franceses se suman a la lucha contra la deforestación causada por el cultivo de soja, Carrefour, Casino, Auchan, Lidl, Système U, Mousquetaires y Leclerc han anunciado medidas para acabar con el uso de soja que se haya producido en tierras que hayan sido recientemente deforestadas. Por ello, en los contratos que realicen con los importadores y empresas productoras, se incluirán cláusulas de no deforestación, estos contratos se centrarán en las tierras deforestadas recientemente en la Ecorregión de El Cerrado (Brasil), una extensa región de sabana tropical que ocupa el 22% del país y que lamentablemente está siendo deforestada en la actualidad.
Con esta acción los minoristas mandan un mensaje claro a las empresas que les abastecen, se trata de una medida voluntaria que se cree que ayudará en lo posible a luchar contra el problema, aunque personalmente creemos que lo mejor son medidas de carácter obligatorio y que estén establecidas en todos los países de la UE. Recordemos que el impacto medioambiental de la soja es enorme, siendo similar al causado por la producción de aceite de palma. Año tras año en Brasil se arrebatan a selvas y sabanas nuevas tierras de cultivo para aumentar la producción de soja, lo que permite que tenga ventaja sobre otros competidores por cantidad y precio, no es de extrañar que sea uno de los principales proveedores de soja en el mundo.
De todos modos, hay que apuntar que algunos expertos explican que esta estrategia nacional de lucha contra la deforestación se encuentra en punto muerto, faltan recursos, legislación, equilibrio político y existe demasiada confianza en los compromisos voluntarios, como ya hemos comentado en otras ocasiones, las iniciativas de carácter voluntario suelen tener poco impacto. La acción de los minoristas franceses invita a la creación de un marco más estricto para todas las empresas en relación a la importación de soja o productos que contengan este ingrediente, siendo el mejor modo de luchar contra la importación asociada a la deforestación.
De momento, que los minoristas adopten este compromiso es un gran paso, ya que demuestra que están escuchando a aquellos consumidores que se preocupan por el medioambiente, sin embargo, es necesario que el gobierno del país aproveche estos compromisos y los haga extensibles a todas las demás empresas que parecen no tener conciencia social ni medioambiental. Por cierto, merece la pena dar un vistazo a este informe (Pdf) en el que se trata el problema de las importaciones de soja asociada a la deforestación en Sudamérica.
Hay que decir que esta no es la única iniciativa que conocemos, en otros países comunitarios, como Alemania o Reino Unido, han anunciado planes para aprobar leyes para la lucha contra la deforestación asociada a los productos alimenticios, pero, de momento son borradores y no se presentarán hasta el año que viene. Como ya hemos comentado, en este sentido la UE debería dar un paso en firme, recordemos que muchos expertos explican que “la UE importa grandes cantidades de deforestación cada año” algo que impide alcanzar los objetivos climáticos y medioambientales, de ello hablábamos aquí.
Podéis conocer todos los detalles de la noticia a través de este artículo publicado en Canopée, una organización ambientalista que persigue la armonización de los bosques y selvas del mundo con las sociedades humanas
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