Hasta la mitad de las manzanas que se comercializan en los supermercados del Reino Unido han sido cosechadas hace un año, se trata de variedades importadas que se almacenan durante mucho tiempo impidiendo que puedan madurar, siendo las cadenas de supermercados e hipermercados las que más llevan a cabo este tipo de prácticas, Asda, Tesco y Sainsbury.
Los consumidores acuden al supermercado y ven en los expositores las manzanas, su aspecto es inmejorable y dan la impresión de ser recién recolectadas. Pero nada más lejos de la realidad, así lo revela la investigación llevada a cabo por periodistas del periódico digital Daily Mail, donde explican que las manzanas se cortan en verde en el país de origen, son enviadas al Reino Unido, y los importadores las almacenan en cámaras frigoríficas con una atmósfera modificada previo tratamiento para que no maduren y se mantengan hasta 12 meses. Esto es algo que se lleva haciendo más de una década por algunas de las cadenas citadas.
Pero no ocurre sólo con las manzanas, también con otras variedades de frutas y verduras que mantienen durante meses antes de ser puestas a la venta. Parece ser que sólo un tercio de las manzanas que se comercializan en el país son autóctonas, el resto se importan sobre todo de Chile y Nueva Zelanda. Lo cierto es que es algo habitual en la cadena normal de mercado, no ocurre sólo en el Reino Unido, dependiendo del producto se almacena unos días, semanas o meses, después se comercializa como fresco, por lo que están cometiendo un fraude que afecta al consumidor.
¿Por qué se almacenan tanto tiempo estos productos? Existen muchas razones, porque no hay compradores inmediatos, para esperar a que las condiciones de mercado faciliten poder comercializar el producto a un precio mayor, por problemas de disponibilidad de mercado o transporte y así asegurarse de contar con suficiente stock durante varios meses, etc. En ocasiones son los mismos productores los que almacenan el producto si tienen una buena cosecha con un gran excedente, es una previsión por si la próxima cosecha es mala, almacenan parte de la producción y con ello, además, se asegura que los precios se mantengan elevados por su nivel de demanda.
La vida máxima de almacenamiento de los alimentos depende de varios factores, el tipo de producto, la calidad, el grado de madurez, etc. Claro, que el almacenamiento conlleva gastos, pero estos no son asumidos por los supermercados, mayoristas, etc., es el consumidor final el que lo paga. De acuerdo que el precio puede ser bueno, pero detrás de esa oferta se esconde el pago de un precio muy bajo al productor, tan bajo que incluso con los gastos de conservación, las cadenas se pueden permitir comercializar el producto a precios competitivos.
Se utiliza un sistema denominado SmartFresh, una tecnología creada hace casi dos décadas por investigadores estadounidenses que inhibe la producción de etileno en la fruta, ralentizando el proceso de maduración. Esta tecnología se ha considerado como uno de los grandes avances en la industria de este sector, ya que facilita que agricultores, almacenes y cadenas de distribución puedan comercializar los alimentos, en teoría, manteniendo la calidad, es una ampliación de la vida comercial de los productos frescos. Esta tecnología se utiliza actualmente en unos 40 países del mundo y con todo tipo de productos, tomates, aguacates, peras, ciruelas, manzanas, naranjas, etc.
En condiciones normales la fruta pierde contenido nutricional al cabo de un par de meses, sin embargo, con esta tecnología se logra retener un porcentaje de vitaminas y de otros nutrientes más tiempo. Este método aprobado por la UE en el año 2005 no es aceptado por todo el mundo, algunos investigadores consideran que se pierden nutrientes durante un largo almacenamiento, por lo que las frutas y verduras no se comercializan con todas sus cualidades. Algunas investigaciones muestran que los niveles de antioxidantes y vitamina C en las manzanas podrían disminuir como consecuencia del largo periodo de conservación, los consumidores sin darse cuenta están adquiriendo productos como frescos cuando en realidad no lo son y no tienen todos los beneficios que deberían ofrecer. No hay que olvidar que comemos para nutrirnos. En el caso de otras frutas como los albaricoques o los tomates, algunas investigaciones concluyen que el tratamiento, además de evitar la maduración, mantiene los valores de determinados nutrientes, como el licopeno, más elevados.
Hablando de los tomates, no sabemos si ya se estará utilizando un procedimiento descubierto por el USDA en el que se propone calentar los tomates cortados en verde con agua a una temperatura de 51’6ºC durante cinco minutos antes de introducirlos en las cámaras frigoríficas de almacenamiento. Con este procedimiento se logra que los tomates lleguen al supermercado con más aroma y sabor cuando se procede a su maduración para la venta, de ello hablábamos aquí.
Retomando el tema de las manzanas, con estas prácticas se puede facilitar que el consumidor británico disfrute de manzanas “frescas” durante todo el año, y también de otras variedades de frutas y verduras fuera de temporada. Los expertos en conservación de alimentos consideran que los consumidores no deben preocuparse por el contenido nutricional o las características organolépticas de las manzanas que adquieren en los supermercados del país, pero no estamos de acuerdo, esta información se debería facilitar para que el consumidor supiera qué tipo de producto adquiere.
En más ocasiones de las que nos gustaría, podríamos decir que cada año nos estamos comiendo la cosecha del año anterior, ya que por lógica, la primera que se debe de comercializar es la que está almacenada, y una parte de la nueva cosecha se someterá al procedimiento de conservación para el próximo año. No nos parece justo, sobre todo porque no se informa al consumidor. No creemos necesario preguntar a los consumidores qué prefieren, una manzana cosechada el año pasado o una manzana de temporada, es más, estamos seguros de que la mayoría querría una manzana fea y fresca, que bonita y con un año de almacenamiento.
Podéis conocer más detalles de esta noticia a través de este artículo publicado en Daily Mail.
Foto 1 | Sean
Foto 2 | Michael Stout
2 comentarios
Dice: con estas practicas se puede facilitar que el consumidor britanico disfrute de manzanas frescas todo el año, y yo añado: con estas practicas le estamos dando alas a la industria quimica que lo emponzoña todo con conservantes, estabilizantes y mareantes, asi que eso de «frescas»… pues tengo mis dudas, y por otra parte, estas practicas estan estrangulando a los pequeños agricultores que atrapados entre tener que comer y pagar impuestos, malvender sus productos a las grandes cadenas que, estas si hacen el gran negocio, poco a poco cerraran sus explotaciones. Desde mi punto de vista es una actitud criminal por parte del gobierno para con los consumidores y para con los pequeños agricultores, a los cuales (a ambos), estafa economica y nutricionalmente, y que retrata muy bien el dicho: a rio revuelto, ganancia de pescadores. Saludos.
Esto pasa en Reino Unido y también en España.
Por ejemplo, la manzana golden se recolecta en septiembre. Toda la manzana , pera,… que comemos ahora es del año anterior y por regla general no es importada, pues los excedentes en España son inmensos.
Nota: en la zona de Huesca/Lleida, la campaña pasada se pago la manzana de calidad, alrededor de los 8 céntimos a algunos agricultores que yo conozco. En el super, cerca del euro o más.